Aquellos que nos han dejado
No están ausentes sino invisibles.
Tienen sus ojos llenos de gloria
fijos en los nuestros, llenos de lágrimas
San Agustín.
Malos tiempos estos que estamos viviendo. Deben hacer falta peones ahí arriba porque se nos están llevando a los mejores.
Simón:
Nos has dejado.
Harto ya de luchar, y después de aguantar estoicamente casi dos meses en la Uci, al final... has perdido la batalla, y nosotros hemos perdido un gran capitán.
Dejas una huella imborrable y un espacio difícil de llenar. Pienso, y me parece mentira que no te vayamos a volver a ver. Gracias por haber formado parte de nuestras vidas y por dejarnos tantos recuerdos. Desde donde estés cuida de tu familia, y nosotros por nuestra parte, contaremos a tu nieto quien fue su abuelo.