Hemos pasado cinco días en el norte y ya añoro aquel clima y aquella temperatura, ¡¡Qué calor hace en Madrid!!.
Claro que, como contrapunto, el agua de la playa está muy fría y ademas por las mañanas con la bajamar, la playa se aleja y tienes que ir a buscar el agua a cien metros, pero los paseos por la orilla, pisando la fina arena mojada que va dejando el mar al retirarse, son deliciosos. Y a mí lo que me gusta, mas que bañarme, es pasear la playa... contemplar el mar... escuchar su rumor... y ver romper las olas...
Algunas fotos:
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Atravesando las dunas para llegar a la playa
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