Después de mi encuentro con el muérdago y sus leyendas, he sentido curiosidad
por saber más sobre otras tradiciones, usos y costumbres de las navidades. Saber
de donde vienen y el por qué. Aparte,
claro está, del significado religioso. Así
pues me he zambullido en Google y por derivación, en la Wikipedia y en algunos
blogs específicos. Y he estado investigando sobre ello.
Es increíble la cantidad de información que circula por Internet. ¡Ahí
está todo!
Claro que, encuentras una cosa… y
la contraria. O muchas versiones de la misma… o diferentes puntos de vista. En
fin, haciendo una pequeña criba me he inclinado hacia las que mas me han gustado; y da la coincidencia de que la mayoría son leyendas celtas. ¿Llevaré
sangre celta? Por lo que sé, esta
civilización se estableció, entre otros lugares de España, en Extremadura.
En mi deseo de comunicarme con vosotros, los que me leéis, y en mi afán
de no abandonar la escritura, que me gusta, os hago partícipes de alguno de estos
mitos o leyendas, de los que parece ser que proceden algunas de nuestras tradiciones navideñas.
Hay historiadores que afirman que muchas tradiciones derivan directamente del enraizamiento de las anteriores. Y que todas ellas tienen un tronco común que comenzó en la cuna de la civilización. Que muchas de ellas suelen ser adoptadas por influencia de países vecinos o por invasión de culturas. Sea lo que fuere, aquí os cuento algunas curiosidades. Sacad vuestras propias conclusiones.
Parece ser que ya los pueblos celtas y otros del norte de Europa seguían unas tradiciones basadas en el respeto y seguimiento de los ciclos naturales del año, celebrando en el solsticio de invierno el nacimiento del nuevo año, en una festividad llamada "Yule" cuyo significado es: rueda, y que se iniciaba hacia el 25 de Diciembre, el día mas corto con la noche mas larga.
Era costumbre adornar los árboles (que ellos consideraban sagrados) con guirnaldas y lazos como símbolo de esperanza y renovación ya que en invierno perdían sus flores y hojas. ¿Os suena?.
Así mismo adornaban sus casas con hiedra, acebo, muérdago y otras plantas de hoja perenne, que les parecían milagrosas, para ahuyentar visitas indeseadas y proteger a sus moradores.
Era tradicional también recoger y guardar un leño, hasta que unos días antes de la festividad de Yule, adornaban con piñas y otras plantas siemprevivas y lo colocaban en un lugar principal de la casa para que todos los miembros de la familia lo pudiesen tocar y dejarle golosinas y regalos. "tocar madera". Hasta que el día central de la festividad se quemaba el tronco y se dejaba arder lentamente durante toda la celebración. Luego se guardaban las cenizas con mucho cuidado pues se decía que curaban todos los males.
Los colores empleados principalmente para los adornos eran el rojo y el verde. El rojo simbolizaba el nacimiento pues era asociado con la sangre del parto. Y el verde, era símbolo del resurgir de la tierra pues después de la noche mas larga, los días empezaban a crecer.
Otra de sus leyendas o mitos sugiere que se hacían sonar campanillas para ahuyentar los malos espíritus. Y que las herraduras se usaban para deshacerse de influencias negativas.
Sobre las piñas, parece ser que siempre ha recaído una simbología esotérica. El estar cerradas, significa el secreto, la inmortalidad, la vida después de la muerte. Por otro lado representan la unidad familiar
Las bolas de colores, otro de los adornos de Navidad, podrian ser un recuerdo de las manzanas que pendían en la antigüedad de los árboles sagrados para propiciar el retorno de los espíritus de la Naturaleza y la fecundidad de la Tierra. Su simbología y su significado sería la fertilidad y la abundancia.
Bueno, parece que los modernos adornos no lo son tanto. Aunque en la actualidad han perdido toda su carga mística para pasar a ser meros objetos de decoración. Pero ya veis que en la antigüedad tenían un claro componente mágico.
Estas festividades del solsticio de invierno, no solamente provenían de los celtas, sino que tambien fueron celebradas por los griegos y los romanos. Posteriormente, fueron asimiladas por el cristianismo despojándolas de sus connotaciones paganas.
Parece que terapeuticamente, estas fiestas y celebraciones en mitad del invierno, que ocurren en la noche mas larga del año, son totalmente beneficiosas para la salud física y mental pues la falta de luz solar en los cortos días del invierno piden una floración perenne y una brillante iluminación, así como una comunión con el prójimo, que se produce con las reuniones de familiares y amigos, y que han hecho que estas tradiciones se conserven y evolucionen continuamente, pues está comprobado que pueden agitar el conocimiento, evitar el malestar, reiniciar el reloj interno y reavivar el espíritu humano.
Y debe ser verdad porque, ¿No os sentís bullir por dentro en estas fiestas, y os acordáis de personas que no veis en todo el año, deseando felicitarles y tener alguna comunicación con ellas?
Otro día, mas...
Pues ha sido interesante la lectura. Y es cierto que, en estas fechas nos acordamos de las personas a las que no vemos el resto del año... Y también de las que ya no están. Pero son fiestas familiares sobre todo. Rosa.
ResponderEliminarAsí es, Rosamari. Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar. Un abrazo.
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