DOS RETOS

     Si, dos retos. Son los que me he marcado para los próximos meses, o tal vez para el resto del año; y quiero compartirlos con vosotros (¿con quien mejor?) porque así creo que estaré mas motivada para cumplirlos.



El primer reto: 

     ¡¡Leer El Quijote!!. No, no lo he leído y mira que a mí me gusta leer... Pero, que levante la mano el que lo haya hecho. Húmm... pocas manos veo.

     Todos sabemos quién es y de qué va... hemos visto películas... series... leído fragmentos, sobre todo cuando estudiábamos... pero leerlo entero, pocos.

     Pues ese va a ser mi primer reto, aprovechando que este año se cumple el cuatrocientos aniversario de la muerte de D. Miguel de Cervantes y que vamos a estar todo el año recordándolo, pues vamos a leerlo. Os animo.

     Yo ya lo he estado sopesando, dándole vueltas al tomo, sobando las tapas y pasando sus hojas para ver las ilustraciones, porque la edición que tengo es una que sacó el Circulo de Lectores en 1969, cuando yo era socia, ilustrada por Gerhart Kraaz, y que dice: Edición no abreviada.

     Ha pasado tiempo suficiente para que lo hubiese leído ¿verdad?, pero no lo he hecho. Aunque es un libro que siempre ha estado en un sitio preferente en mi librería.

     La verdad es que cuando me casé y empecé a formar mi biblioteca, hubo tres libros que  quise que formaran parte de ella porque para mí eran imprescindibles. Para mí y para toda biblioteca que se precie. Curiosamente  después de  cuarenta y tres años, no he leído entero ninguno de los tres.

     ¡Ah!, ¿que queréis saber cuales son?, ¡Claro!: "El  Ingenioso  hidalgo D. Quijote de la Mancha",  "La Biblia"  y  "Las Mil y una noches". Como veis tres libros totalmente dispares.

     Bueno, ya os tendré al corriente de como va mi primer reto.

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El segundo reto: de una naturaleza totalmente distinta:

     ¡¡Sobrevivir a la obra de mi cocina!!. El próximo lunes entran los obreros y me van a echar la cocina a abajo.

     Después de cuarenta y tantos años, necesita tuberías nuevas, instalación  eléctrica nueva, con lo cual: habrá que volverla a alicatar y cambiar el suelo.

     Los muebles ya tienen las bisagras algo descolgadas, los cajones que no cierran bien, la pintura descascarillada, con lo cual: armarios nuevos. Y, ¡claro! aprovechando que "el Pisuerga pasa por Valladolid", vamos a darle la vuelta y cambiar la ubicación de los electrodomésticos, aunque estos espero no tenerlos que reponer porque son mas o menos nuevos.

     Tenemos aproximadamente para un mes y todo ello viviendo en la casa, pequeña que es, con lo que la obra conlleva de desorganización y polvo.

      ¿Comprendéis por qué os digo que sobrevivir a la obra es un reto?. 

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Reflexión:

"Ya no espero que pase la tormenta, aprendí a caminar bajo la lluvia".