30 de septiembre de 2022

TARTA DE SANTIAGO

      Hace unos días fué el cumpleaños de Leticia y, como siempre, le preparé un pastel. Esta vez me decanté por una tarta de Santiago que aunque parezca mentira nunca la había hecho. Siempre me echaba para atrás el asunto de las almendras, no sabía si al molerlas me quedarían como una pasta como me pasó cuando lo intenté con unas avellanas. Como ya estaba decidida a hacerla opté por comprar directamente las almendras molidas. Descargué de Internet el dibujo de la cruz de Santiago, lo imprimí, pegué en una cartulina y lo recorté. (La he guardado en una cajita para que me sirva otras veces porque pienso hacerla de nuevo). La comparto con vosotros porque es la tarta mas sencilla que hay, tiene pocos ingredientes y esta riquísima y ademas como todos sus componentes son por naturaleza exentos de gluten pues perfecta.

Tarta de Santiago
   
   

   Sin mas preámbulos os cuento como la hice.

Los ingredientes
    - 5 huevos
    - 200 gr. de azúcar
    - 250 gr. de almendra cruda molida (compré 2 bolsas de 125 g.)
    - Ralladura de un limón

    - Azúcar glass para decorar la tarta
    - Mantequilla para engrasar el molde.
    - Un poquito de canela (se puede suprimir) 


     Forrar con papel de horno el fondo de un molde desmontable como de 25/26 cm. y engrasar las paredes con mantequilla.
Precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo, sin ventilador.

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     Poner los huevos en un recipiente apropiado a las cantidades y la ralladura de limón.  Añadir el azúcar y batir enérgicamente con la batidora de varillas hasta que el azúcar esté diluido. 


Los huevos, el azúcar y el limón


     Añadir las almendras molidas y batir hasta que todo esté bien integrado.

     Echar en el molde para meter al horno previamente calentado como hemos dicho, a 180º con calor arriba y abajo y sin ventilador


Las almendras y al molde

     Dejar cocer unos 25 minutos. Comprobar introduciendo un pincho y si sale limpio ya se puede sacar del horno.

En el horno y después del horno

     Desmoldar y pasar a un plato.

     Colocar la cruz en el centro y con ayuda de un colador espolvorear toda la superficie con azúcar glass. Retirar con cuidado la cruz                                                                           
El remate

  

¡Tiene buena pinta, eh! 








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