30 de octubre de 2019

FORMAS DE HABLAR. De mis trabajos de la "Uni"

     Uno de los blogs que sigo, concretamente el de Lengua, es su autor Alberto Bustos, mi profesor en la Carlos III.  Era el ayudante o sustituto del titular, el Académico Dr. José A. Pascual  Rodriguez, al que solo vimos una vez durante todo el curso en que vino a saludarnos y nos dio una clase magistral. Pero no importó porque el profesor Bustos es un prestigioso lingüista y nos dio unas clases muy interesantes y amenas. He sabido que ahora es profesor titular de Didáctica de la Lengua, en la Universidad de Extremadura. Me he llevado una gran alegría y al mismo tiempo he recordado mi trabajo de fin de curso, cuando lo tuve de profesor,  precisamente dedicado a la forma de hablar en esa región, que es la mía. Así pues, de nuevo me permito compartir con vosotros uno de mis trabajos de la Universidad. Este es del curso 2003-04 y lo hice con mucho cariño porque se refiere a mi lugar de origen. Espero que, si os apetece, lo leáis con el mismo afecto que yo lo hice.


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2º CURSO DE “CULTURA Y CIVILIZACIÓN”
Asignatura: LENGUA ESPAÑOLA
TRABAJO DE FIN DE CURSO:

FORMAS DE HABLAR.
CÓMO SE HABLA EN: HOLGUERA (CACERES)



INTRODUCCIÓN

  Cuando tuve que elegir hacer un trabajo sobre un dialecto, un argot, o una forma de hablar de un lugar concreto, decidí hacerlo sobre el modo de hablar extremeño, en la provincia de Cáceres, por resultarme cercano y  familiar, pues es mi lugar de nacimiento y donde he pasado largas temporadas, aunque nunca ha sido mi lugar de residencia.

     Puesta a buscar información sobre el tema, me encontré tanta que me apabulló. Fui reduciendo mi radio de acción hasta limitar mi trabajo a una zona más concreta y tanto estreché el círculo alrededor de mi lugar de origen que al final decidí hacerlo sobre ese punto en concreto: Holguera. Un pueblecito situado en el Valle del Alagón, en el centro del triángulo formado por Plasencia-Coria-Cañaveral.

     Cuando ya tuve esto claro, me puse manos a la obra para intentar descubrir qué características generales y particulares tiene la forma de hablar de este segmento de la población de Cáceres.

     Esto es lo que voy a tratar de desarrollar a continuación, siempre sobre la información encontrada la mayor parte, y sobre mis experiencias y lo que pueda conseguir en mi entorno, la menor parte.

     Todo el trabajo versará sobre el habla en su vertiente fonética, porque aunque sé que hay gramáticas publicadas y he encontrado un sin fin de vocabularios, tesis, ponencias de congresos, etc. no estoy preparada ni capacitada para hacer un estudio profundo. Así pues mi trabajo se limitará a transcribir las normas más habituales, sus giros, sus formas coloquiales, etc. sin pretensiones por mi parte de descubrir nada sino sólo de contar lo que yo conozco. 

    
     Antes de pasar de lleno al desarrollo del trabajo, y a modo de una segunda introducción paso a hacer algunas consideraciones. 


CONSIDERACIONES

  
     Empezaré diciendo que me he encontrado con una gran polémica y una gran diversidad de opiniones en cuanto a calificar el modo de hablar extremeño. ¿Es un dialecto?... ¿Un lenguaje?... ¿Un argot?, ó simplemente un modo de hablar de esa región, influenciado por los lenguajes limítrofes, como leonés, castellano, andaluz o portugués, enriquecido por la trashumancia y  heredado de las distintas civilizaciones que, como por el resto de España, poblaron la región en distintas épocas...


     En los últimos tiempos, se ha dado en llamar a este modo de hablar “castúo”, pero éste en realidad  es un término literario acuñado por el escritor Luis Chamizo, y que parece que viene de casta. Y aunque está aceptado por la Real Academia, hay quién prefiere llamarlo “extremeño”.


     He encontrado verdaderos enfrentamientos entre eruditos de la lengua, filólogos, representantes de la cultura, etc.  Unos por defender a ultranza que es un dialecto y otros por considerar que simplemente es una forma de hablar el castellano.  Algunos piensan que la defensa del castúo ó extremeño pasa por la lucha contra la opinión generalizada de que el extremeño es un castellano mal hablado. 


     Para los extremeños los libros se han convertido en la herencia de un lenguaje  discutido que cuenta en su nómina con literatos como Gabriel y Galán y Luis Chamizo, teniendo en cuenta, además, que el primero no era extremeño.


     José Antonio González Salgado, extremeño, Dr. En Filología por la Universidad Complutense de Madrid, dice “el extremeño se debe considerar un habla regional castellana en la que se distinguen dos subvariedades: la de la Alta Extremadura = de impronta leonesa y la de la Baja Extremadura = de impronta meridional”.


     Santos Coco en “Apuntes lingüísticos de Extremadura” dice que existe diferenciación en acento, pronunciación y vocabulario; y que la lingüística extremeña no es la castellana ni la andaluza.


     En cuanto a la entonación, he encontrado una descripción que me ha parecido que lo expresa más o menos de forma comprensible. “La entonación extremeña se caracteriza por una larga prolongación de las sílabas fuertes y una elevación de tono muy marcada que altera la línea uniforme de la frase en cuanto se introducen elementos enfáticos. La frase no es enunciativa, como en castellano, sino más bien exclamativa, y el tono medio es más elevado en extremeño que en castellano”.


     Lengua o dialecto, argot o lenguaje, lo cierto es que en Extremadura existe una forma de hablar peculiar, que es discutible o no, que se corresponda con la escrita, y que según Pablo Gonzálvez González, autor de una gramática extremeña, y defensor acérrimo del extremeño, algunas de sus características, de tipo general son:

-          Diferencias dialectales según las zonas de influencia: Castilla, Andalucía, Portugal.

              Mayor permanencia y pureza en las zonas de sierra, incomunicadas y escondidas.

              Predominio de la lengua coloquial.

              Giros comunes con otros dialectos.


     Para tratar de explicar la fonética he tenido que acudir a informaciones de expertos y averiguar el significado de términos propios de lingüistas como, átonas, dentoalveolar, intertónicas, epéntesis, aféresis, síncopa, palatización, etc. Así pues el desarrollo siguiente es consecuencia de toda esta información, y siempre situado, aunque se dé también en otros lugares, en el punto citado: Holguera.


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EL HABLA EXTREMEÑO, EN: HOLGUERA (CÁCERES)


En cuanto a las vocales:

Tendencia a cerrar las vocales “e” y “o” convirtiéndolas en “i” y “u”, respectivamente, del siguiente modo:
-      Átonas iniciales: intierro, istiércol.
     -      Atonas finales: nochi,  niñu,  añu.
     -      Intertónicas: lluviendochiminea
     -      Se colocan diptongos donde no hay: priesajuegal.
     -      Desaparecen donde los hay: acituna, concencia
). 
Formación de grupos vocálicos como consecuencia de desaparición de consonantes, generalmente la “d”, con excepciones:

-    Con vocales iguales: azá (azada), guaña (guadaña), moorra (modorra), alreol (alrededor).

Contracción de grupos vocálicos:
 -          Con vocales desiguales:
-          “a-e”, se contraen en “a”:  trapacá (trae para acá).
-          “e-o” se contraen en “o”:Todomiro (Teodomiro).
-          “e-u” se contraen en “u”: Ulogio (Eulogio).
-          ”e-i” se contraen en “i”: acituna (aceituna),
-          “a-o” se contraen en “o”: ondi (adonde).
-          “u-o” finales se queda en la primera vocal  
               repetida: antiguu (antiguo), santiguu (santiguo

Cambios de vocales:

-          “a” protética: arradioamotoarrempujal, arrejuntal.
-          Aféresis de la “a”: lacena (alhacena), bujeru (agujero),
-          Epéntesis de la “i”: cuidiau.
-          Síncopa:  Cazri (Cáceres), creza (cereza)
-          Asimilación: lagaña (legaña).
-      Disimilación: melitar (militar), prencipiu (principio


            Aspiración de la “h” inicial, procedente de la “f” latina (para explicar el sonido, los lingüistas del “extremeño” lo reflejan en la escritura con la letra “j”, aunque la pronunciación no corresponde a ese sonido fuerte y áspero del castellano, es como si lo que aspirases precisamente fuera la “j”): “Jondo”, “jaci”, “jierro”, “jigo”,


También se aspira la “f” seguida de diptongo: "juente" (fuente) "juelza" (fuerza)
Tendencia a la caída de la “d” intervocálica: “alreol” (alrededor) “meico”, (médico)
Pérdida de la “d” inicial: “embaju” (debajo)
No se pronuncia la “d” final: “metá” (mitad). Tampoco la “z”: “Jarai” (Jaraiz)
Tendencia a la desaparición de la “g” intervocálica: “miaja”, “miajón” (migaja, migajón), que sin embargo cambia por “b” en aguja o agujero, “abuja”, “bujero”
Así mismo desaparece en muchos casos la “r” intervocálica: “paece” (parece)

Aspiración suave de la “s” final y antes de las consonantes (para explicar el sonido, los lingüistas del “extremeño” lo reflejan en la escritura con la letra “h”): “loh tiempuh de lah cahtañah”. Al final de un vocablo: “frehno” (fresno).

Transformación de la “r” final en “l”: “mejol”, en el centro de los vocablos: “reflán”. (No he observado el cambio de la “l” por la “r”, que ocurre en otras zonas).

Pronunciación marcada y diferenciada de la “ll” y la “y”. “Pollo” (ave) “ poyo” (asiento)

La aspiración de letras es una propiedad del extremeño que lo invade casi todo, aparte de las ya citadas. Tiene especial relevancia la transformación, cuando la “s” precede a una palabra que empieza con  las consonantes dulces “b”, ”d”, “g”, que las cambia en “f” ó “c”: “la fotah”, “la facah”,” loh céuh” ,“lo fotonih”,  (las botas, las vacas, los dedos, los botones).
  
En cuanto a los  artículos

Se emplean generalmente delante del nombre propio de la mujer y no del varón:
“La Carmen”, “la María”, “Pedro”, “Antonio”.

Es frecuente su empleo ante el adjetivo posesivo, tanto masculino como femenino: “el mi hombri”,” la mi mujer”, “el mi muchachu”, “la mi casa”.

Una expresión general interrogativa es “¿Lo qué?”.

En cuanto a la morfología

Cambio del género: “la calol”, “el sierru”.
Utilización de “inu” e “itu” en los diminutivos: “chiquinu”, “callaíno”, “malitu”.
Otras formas de diminutivo con acumulación de sufijos son: “chiquininu”, ó  “chiquirrininu”.

Muy usado el “illo” en topónimos: “la gargantilla”, “el molinillo”, “las pedrosillas”, “el praíllo”.

Algo sobre pronombres

            Confusión característica del castellano, de los pronombres átonos de tercera persona “le”, “la”, “lo”: “le enganché”, “le traigo”, “dala” (a ella)
            Anteposición de “me” a “se”: “me se cayó”
        Personales: “nuhotruh”, “vuhotruh”.
   Demostrativos: “aquesti”, “aquesi”.
   Posesivos, se anteponen al artículo: “yo y los mis muchachus”.
            Acumulación de pronombres y adverbios al verbo: “velaí”, “velaílo”, “velaquilo”.  (ve-lo ahí, ve-lo aquí)

Algo sobre los verbos

            El imperativo lo terminan en “ai”: “echai”, “ mirai”, “llevai”.
            Los perfectos: “dijon”, “trajon”, “tuvon” ”estuvon”, “vinon”
            Presentes incoativos: “agraeza”, “creza”, “escureza”, “anocheza”.
            Formas arcaicas: “anduviendo”, “supiendu”
            Dicen “Apañar” por coger algo, cosechar. (Vamos a apañar acitunas)
          “Candar” por cerrar. (Canda la puerta)

   Se emplea a veces el verbo “ser” por el verbo “haber” (si huéramos estau, si huéramos siu)


Otras peculiaridades
           
Es frecuente en el trato de confianza con terceras personas, aunque no tengan vínculo familiar, llamarles tía o tío, en vez de señora o señor.

            Entre personas afines y en confianza se utiliza la expresión coloquial, “¡chacha!” y “¡chachu!”, con la misma intención que el “quillo” en Andalucía o el “maño” en Aragón

            Para llamar la atención a personas desconocidas se dice: “¡güen ombri!”“¡güena muhel!”.


            Por decir que van o están en casa de alguien, dicen: “en ca” ó “an cal”. (está en ca la María,  ó voy an cal cura).


Vocabulario

De los muchos vocabularios considerados “extremeños” que he encontrado de distintas zonas, he extraído aleatoriamente algunas palabras para comprobar, teniendo como referencia el DRAE, si son específicas de la región. A continuación expongo los resultados.

Palabras que en castellano tienen el mismo significado, pero son menos utilizadas:

Migajón.- Faltriquera.- Carámbano.- Embrocar.- Pindonga.- Melindre.-  Loza.

Palabras con las ligeras variantes ya explicadas.
    
      Extremeño            Castellano

         Amollecel            Amollecer
Moqueru              Moquero
Sobrau                Sobrado
Jalbegar              Enjalbegar
Asina                   Así.
Estrébedes          Trébede.

Palabras que cambian la acepción

 - Pitera 
en extremeño: Herida en la cabeza.   En castellano: Planta
 - Cantearse en extremeño, Volver la cabeza.  En castellano, Labrar los cantos.     - Murgaño en extremeño,  Insecto pataslargas. En castellano, Pequeño ratón. 
 - Zalear en extremeño, Revolver, desordenar.   En castellano, Arrastrar algo 
 - Gusarapa en extremeño,  Despreciativamente, la mano, cuando se incordia con ella. (!No metas la gusarapa!).  En castellano, Animalejo con forma de  gusano que se cría en un líquido                                                                                                                                                       
 Palabras que no figuran en el DRAE:

     Comuelgo: Porción que sobresale en las medidas de grano.
     Sostribar: Apoyar.
     Achiperres: Utensilios.
     Regruetro: Eructo.
     Troje: Desván o sobrado donde se guarda el grano.
     Mechulero: Persona que le gusta meterse en todo y enredar.
     Pusía: Tierra abandonada, sin labrar.

     Jarapales: Faldones de la camisa.

                   

Algunas frases construidas, como ejemplo:

-“El muchachino de la Carmen ehtá mu malito el pobrinu”.
-“Esi ombri no tié abeliá ninguna”
-“Velaí lo que tanto buhcabah, ara veiti an ca la María de tío Ulogio 
  y dili que nofamos a Torrejoncillo”
-“Chsss, hablar de queu quel niñu ehtá dormidinu”.
-“Le llamé a vocis y ni se canteó”


Fragmento de “El desahuciado”, de Gabriel y Galán

¡Estoy ya mu jartu!
Miuste a vel, pol favol, señol meicu
si hay alguna cosa
pa esti mal repegosu que tengu
porque llevo ya asin ocho mesis
maletu, maletu
con una singana
y un aginacoru
Con una flojera
con un ecaimentu
que paice una breva maura

esti perru cuerpu.


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CONCLUSIONES


     En primer lugar, Holguera no se encuentra en carretera general, pero tampoco es un pueblo escondido, por lo tanto no existe esa pureza o forma cerrada que dicen que existe en el hablar de los pueblos serranos, máxime cuando lo que la gente intenta es hablar cada vez mejor el castellano.


     Lo que se deduce de todo este pequeño análisis es que el habla de Holguera, como el extremeño en general, se funda básicamente en el castellano, con numerosos arcaísmos y abundantes rasgos dialectales de raigambre leonesa, enclavada a los lados de la vieja calzada romana “Vía de la Plata” que encaja en el leonés meridional, según la división establecida por Menéndez Pidal.
     
     En segundo lugar, el extremeño que hablaban mis abuelos difería algo del que hablaban mis padres, algo más del que hablaba mi generación y desde luego tiene ya poco que ver con el que hablan las nuevas generaciones.

     Las causas fundamentales de este cambio han sido los medios de comunicación, la movilidad e intercambio de las personas por motivos laborales, de estudios, etc. y otras razones muy importantes estriban en el hecho de que muchas de las expresiones utilizadas están mal vistas y muchos extremeños tratan de imitar el habla de Madrid. Intentan evitar lo que creen vulgar cuando en realidad es popular. Por ejemplo, decir “me se cayó” es vulgar, pero no es vulgar hablar con acento.

     Hay quién apunta que los intentos de convertir los dialectos en lenguas, esconden razones políticas mas que lingüísticas. Se busca poseer una lengua propia como un hecho diferencial, aunque los análisis científicos no apoyen esas tesis. Toda la polémica sobre el tema se debate entre el afecto y la ciencia.

     Mi opinión es que lo que existe realmente es un sentimiento lingüístico por defender una idiosincrasia.

     En Holguera, como en el resto de Extremadura, se sigue defendiendo como un lema el dicho: “El que no diga jorno jornera y jigo jiguera, no es de mi tierra”

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BIBLIOGRAFÍA


- REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.- Diccionario de la Lengua, vigésima segunda edición 2001.- Editorial Espasa Calpe, S.A.- Madrid.
- F.LÁZARO, V.TUSON, J.M.MARIN.- Lengua Castellana y Literatura. 3º Secundaria Obligatoria.-   Grupo Anaya, S.A.- Madrid 1995.
- GABRIEL Y GALAN.- Obras completas.- Editorial Madrid, S.A.- Madrid 1924. 

- Páginas de Internet, consultadas:
http://www.iespana.es/paseovirtual http://www.piornal.net/habla/vocabularioaltaextremadura.htm
http://es.geocities.com/vozextremadura/
www.forum-global.de/soc/bibliot/zzz_guia/dicciodialectos
http://www.nccextremadura.org www.dialectus.com


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