LA PEREZADA, 1ª EDICIÓN

     Por fin se celebró la primera edición de "La Perezada". Llevamos tiempo pensándolo, dado que la familia va creciendo y no hay prácticamente ocasiones en que nos podamos reunir, (Por desgracia últimamente solo lo hemos hecho para hechos luctuosos). Y además apenas conocemos a la nueva generación.

     Ha sido Mª Jesús, la pequeña, la que hace dos o tres meses cogió el toro por los cuernos y se puso manos a la obra. Contactó con todas las ramas de la familia y parece que tuvo buena respuesta. Todos estaban en buena disposición. Así que  ¡adelante! 

     Buscó una ubicación... tanteó espacios... preguntó menús... fijó fecha... persiguió a los remolones...  y consiguió la confirmación de la mayoría. 

A última hora,  Rosamari, Arancha y yo le echamos una mano. Y a juzgar por el resultado,  parece que la reunión ha sido un éxito pues todos quieren ya que se celebre la segunda.

     Aquí un pequeño, o amplio resumen del acontecimiento:

Se preparó en una pared del restaurante
un representativo fotocol,  

     En él se colgaron alguna fotos de tiempos pasados. De cuando nos reuníamos unos con otros con los chicos de pequeños. 

     Por este fotocol fueron pasando  todos los asistentes, unos en grupo otros en pareja.

El paso por el fotocol

     Luego vino el asunto de las mesas. 

     No se asignaron los asientos por lo que cada uno se fué acoplando donde le pareció y al final resultó que cada cual estaba con su grupo familiar mas cercano. Creo que en la próxima "quedada"  habría que distribuir los sitios de forma que haya una interrelación entre todos y así favorecer la comunicación entre  los chavales de las nuevas generaciones para que se vayan conociendo y continúen la tradición.

     ¡Ah! y olvidarse de los móviles durante la comida, por favor!. 

Grupos de las mesas

     La comida transcurrió tranquila,  pausada  y en buena armonía.  

     

     No faltó una piñata para los mas pequeños.  Alberto hizo de percha porque el techo quedaba un poco alto.

Piñata para los peques.

          La comida se alargó porque la gente se encontraba a gusto aunque al final, cuando se acordó hacer la foto general de todos juntos, mas de la mitad ya se habían ido. Solo quedaba un grupo residual que se resistían a dejar la reunión.  Pero como veréis, el grupo era de lo mas saleroso y con mucha marcha.

El grupo residual. Los que cerraron la fiesta

     Y esto es lo que dio de si la primera edición de La Perezada. Todos encantados y ya pensando en la siguiente. Porque hemos decidido institucionalizarla.

     Sólo una cosa enturbió este día. Pepín y yo ¡No pudimos asistir!. Causas imprevistas de fuerza mayor nos lo impidieron. Aunque fué como si estuviéramos allí. Nos mantuvieron informados de todo enviándonos fotos, vídeos e incluso Alberto nos hizo una videollamada y pudimos saludar a todos. Esperamos poder estar en la próxima. 

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