Sigue...
Aparte de cabras y cerdos, los abuelos tenían otros animales. Por ejemplo las ovejas. No sé cuantas había pero era un rebaño; y para cuidarlas tenía un pastor. ¿Os hablé ya de él?. Daba un poco de miedo, aunque era muy buena persona. Se llamaba Emeterio y era como de cuento... como de cuento de miedo. Bajito y con chepa, tenía pocos dientes y separados. Llegaba todas las tardes con su zurrón y su cayada después de dejar las ovejas en un corral que estaba algo mas alejado de la casa. Se sentaba al lado de la lumbre a dar el parte y comer el cocido, que la abuela le reservaba del de mediodía. Ya os dije, creo, que en el pueblo exceptuando en las fiestas, que mataban algún pollo, todos los días del año se comía cocido. ¡Tenían poco que pensar!.
En el mismo corral en que se guardaban las ovejas, allá por las traseras de la calle Real, había gallinas. Y todos los días la abuela iba a darles de comer y recoger los huevos. Yo la acompañé muchas veces y la ayudaba a buscarlos en los nidales.
También en el corral de casa había algunas gallinas, que andaban por todos lados, la abuela las llamaba para darles de comer: "pitas pitas pitas" y ellas se arremolinaban a su alrededor. ¿Sabéis que yo me comía huevos crudos?. Supongo que por indicación de la abuela o de las tías... lo cierto es que según lo recogía del nidal, le hacía un agujero por la punta, le echaba un pellizco de azúcar y ¡¡lo sorbía!!... ¡Puaff!.
Otro animal que había era un burro... ¿o burra?, que algunas veces cargaba con el serón de los melones, o las aguaderas de los cántaros. E incluso con alguno de nosotros, para ir al Pedroso. También estaba el mulo, "Minuto", ¿Lo recordáis?. Ya os hablé de él, cuando fui con papá al Pedroso, que para arrearlo decía -corre, corre... minuto, medio minuto, minuto y medio-...
Continuará.... un poquito mas.
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¡Ah!, Ya está identificada la dama misteriosa de la fotografía en el corral. Aurelio ha recordado que era la hija pequeña de tío Saturnino, el primo de papá que vivía en Plasencia. Tenía dos hijas, la mayor se llamaba Carmela, era modista, y precisamente he sabido que le hizo el traje de novia a tía Fe. No recuerdo el nombre de la pequeña, la de la foto. Al morir papá perdimos el contacto con la mayoría de sus primos, pero en aquel tiempo siempre que íbamos al pueblo, y parábamos en Plasencia para coger el autobús, pasábamos a visitarlos o ellos hacían por vernos. Probablemente su hija estaba pasando las fiestas en el pueblo. ¡Uf, que descanso!.
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Frase:
"No soy el producto de mis circunstancias, soy el producto de mis decisiones"
Stephen Covey.