Como sé que os ha gustado mucho el pastel de los tres chocolates, os voy a dar la receta de la tarta de queso con arándanos, que es como muy refrescante y mas fácil todavía. Y muy rica también, para los que les gusta el queso, ¡claro!
INGREDIENTES
- Un paquete de galletas del tipo María. En este caso utilicé "Gullón" sin gluten.
- 80 gr. de margarina "Artúa"
- 2 terrinas de queso de untar, tipo Philadelphia. (400 gr.)
- 2 brik de nata líquida para montar (400 gr)
- 1 sobre de gelatina de limón (85 gr.)
- medio vaso de agua
- 5 ó 6 cucharadas soperas de azúcar.
- Un bote de mermelada de arándanos, para la cobertura.
(Compré esta mermelada porque tiene los arándanos enteros)
- Dos láminas de gelatina neutra.
Como veis por las fotos, es un poco el mismo procedimiento que el pastel de los tres chocolates:
El molde: Preparar un molde desmontable cubriendo con un círculo de papel de horno la parte de abajo. El molde que yo he utilizado es de 26 cm. de diámetro. Si el vuestro es mas pequeño no pasa nada, saldrá mas alta.
La base: Triturar las galletas. Podéis hacerlo con la batidora en el recipiente de picar. Poner la margarina en un bol y derretir 15 ó 20 segundos en el microondas. Añadir las galletas molidas y mezclar para hacer una pasta. Extender sobre la base del molde cubriéndola toda y presionando un poco para que quede compacto. Meter en el congelador mientras preparamos la crema.
La crema: En un cazo proporcionado a las cantidades, echar el agua y el azúcar y ponerlo al fuego, añadir los briks de nata y el sobre de gelatina de limón. Mantenerlo al fuego sin dejar de mover hasta que empiece a hervir. Retirar y añadir inmediatamente las dos terrinas de queso. Poner de nuevo en el fuego al mínimo y mover hasta que quede totalmente integrado, sin que hierva. Sacar el molde del congelador y utilizando la técnica del cucharon vuelto, verter esta mezcla sobre el mismo para que se vaya extendiendo sobre la base de galletas, (ver foto 2). Dejar templar un poco y meter, esta vez en el frigorífico hasta que se cuaje, tres o cuatro horas.
Pasado este tiempo, sacar la tarta del frigorífico y con un tenedor, sin profundizar mucho, rayar la superficie, como se ve en la foto. Esto es para que la cobertura enganche un poco y no se resbale al desmoldarla.
La cobertura: Poner las dos láminas de gelatina en un bol con agua fría para hidratarlas un poco. Echar dos o tres cucharadas de agua en un cazo y poner al fuego. Echar la mermelada y mover hasta que se disuelva un poco y no esté tan compacta. De esta forma se repartirá mejor. Retirar del fuego y añadir las dos láminas de gelatina, escurridas. Mover hasta su disolución y ya preparaos a cubrir la tarta, con la técnica del cucharón. Volver a poner en el frigorífico hasta el momento de consumirla. Es mejor hacerla de un día para otro.
Y este es el aspecto que tenía, ya cuajada y antes de desmoldarla. |
¡¡Un éxito!!
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