Ahora que vivimos una época en la que prima el enfrentamiento verbal. En que el mayor líder es el que mas polémica provoca. El que mas insulta es el que mas admiradores o seguidores consigue. (O eso me parece a mí). Un tiempo en que al "equidistante" se le tacha de cobarde; ¿Nos tomamos un respiro?... Reflexionamos un poco?... Pues allá va!... Un poco de filosofía.
De mis trabajos de la "Uni"
1º CURSO DE “CULTURA Y CIVILIZACIÓN”
Asignatura: INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA
TRABAJO DE FIN DE CURSO:
¿EN QUÉ PUEDE CONSISTIR UNA VIDA BUENA?
Según Aristóteles, una vida buena es una vida virtuosa cuyo fin esencial es la felicidad.
Pero, ¿Qué es la felicidad y como
conseguirla? La felicidad ... ¿Es un estado?¿...un sentimiento?. No es lo mismo
ser feliz que estar feliz. Ser feliz es un estado permanente; una condición de
la persona conseguida a través de la propia satisfacción... de la
autorrealización. Para cada persona es diferente, porque diferentes son sus
aspiraciones. Para unos será tener éxito en lo que emprenden. Para otros
conseguir lo que anhelan. Pero lo más importante es la lucha por conseguirlo.
Salvar los escollos y, siendo consciente de sus capacidades y limitaciones,
tratar de encontrar su sitio en la vida.
Es difícil ser feliz y por lo tanto es
difícil tener una vida buena si su consecución se basa en cosas
materiales, porque éstas nunca son suficientes, siempre se quiere más y cuando
se consiguen se dejan de apreciar. Con ello se logra “estar feliz” solo algunos
momentos pero no “ser feliz” y por lo tanto tener una vida buena.
Otros buscan el reconocimiento y la admiración de los demás para –como dice
Aristóteles- “persuadirse a sí mismos de que son buenos”, basando en
ello su felicidad.
Por lo tanto la vida buena no
consiste en conseguir cosas materiales ni la admiración de los demás, es algo
mas bien que está en el interior de cada persona. Si el fin de una vida
buena es conseguir ser feliz, su búsqueda tiene que empezar desde el
interior. Buscar el conocimiento de uno mismo. Saber las propias capacidades e
ir modelando la propia vida de acuerdo con ellas. Sócrates decía
que el conocimiento es importante para actuar correctamente. Sostenía que la
conciencia marca lo que está bien, “quién sepa lo que es bueno, también hará
el bien” ... “conocimientos correctos conducen a acciones correctas”
y que la capacidad de distinguir entre el bien y el mal está en la razón. Por
lo tanto es imposible ser feliz si se actúa en contra de las convicciones. A
este conocimiento lo identifica con la virtud.
Platón acepta fundamentalmente esta
identificación entre conocimiento y virtud y dice que el verdadero bien del
hombre, la felicidad, habrá de alcanzarse mediante la práctica de
la virtud, y equipara la falta de virtud con la ignorancia y que
ésta puede llevarle a actuar erróneamente creyendo que lo hace bien, ya que
nadie opta por el mal a sabiendas. Deduce que parte del hombre es su alma
inmortal; que ya existía antes que él. Que el alma procede del mundo de las
ideas, que constantemente recuerda y por el que siente añoranza. A esa añoranza
la llama amor . Que la realidad que vemos son solo sombras, con
las que algunas almas se conforman. En el “mito de la caverna” explica cómo el
alma que siente deseos de volver al origen, sale de la caverna a explorar la
claridad, donde se encuentra la verdadera sabiduría ... el mundo de las ideas.
Parece la panacea de la vida buena. Y las claves que da para esa
vida buena son:
-
La
razón debe aspirar a la sabiduría.
-
La voluntad
debe mostrar valor.
-
El deseo
hay que frenarlo para mostrar
moderación.
Aristóteles también definió la felicidad
como una actividad del alma dirigida por la virtud. En el
“eudemonismo” preconizaba: “el bien supremo al que debe aspirar todo hombre
es la búsqueda de su propia perfección, que reside en el ejercicio continuo de
las virtudes o capacidades del hombre. Una vida sin virtud no puede ser una
vida feliz ni moralmente buena”. Pero,
¿Qué es la virtud?... Según el mismo
filósofo “es el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y por el
cual realiza bien su función propia”... “el equilibrio justo en el
desarrollo de nuestras capacidades sin pasarse por exceso ni por defecto. Es la
ley del punto medio”... “es por tanto la virtud un modo de
ser selectivo, siendo un término medio relativo a nosotros, determinado por la
razón y por aquello por lo que decidiría un hombre prudente” . Por ejemplo,
entre el miedo y la audacia, el término medio es el valor.
Si en el punto medio está la virtud,
como dice Aristóteles, y el hombre virtuoso es el que consigue ser feliz y ser
bueno, esto es algo que está al alcance de pocas personas, porque conseguir en
cada situación el justo medio
es poco menos que imposible. No obstante da otra opción, alejarse de los
extremos. Con lo cual, si no es el justo medio, se acerca bastante.
Así
mismo, en Ética a Nicómaco (II), dice que la virtud no es pasión, ni
facultad, sino hábito, práctica.
Esta práctica debe de hacerse desde el
conocimiento, saber lo que hacemos, por qué lo hacemos y hacerlo por elección
propia. En la misma ejecución encontraremos belleza y nos hará feliz.
“un
acto honrado es virtuoso sólo
si se hace porque es honrado” (Kant).
El cristianismo ofreció por medio de S.
Agustín y Sto. Tomás de Aquino, su versión teológica del
“eudemonismo” griego, situando la búsqueda y contemplación de Dios como el bien
y la felicidad suprema del hombre durante esta vida y después de ella. El
cristiano alcanzará la felicidad y la perfección ejercitándose en las
virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza y en las teologales: fe, esperanza y caridad.
Según
S. .Agustín, el mal es la ausencia de Dios.
“Platón
y Aristóteles se remiten a la ciencia médica griega: Únicamente mediante el
equilibrio y la moderación seré una persona feliz o en armonía” (Jostein Gaarder.- El mundo de Sofía)
Es evidente que para llevar a cabo en
todas las actividades la elección del justo
medio o su aproximación, la persona debe de tener un conocimiento del Bien y unos principios bien arraigados que
le ayuden a dilucidar donde se encuentra esa medida.
Concluyendo:
La vida buena no es la felicidad pero es el camino para conseguirla. Para que ese camino sea considerado una vida buena debe ser recorrido con la práctica de la virtud . La virtud es el punto medio de las acciones del hombre, siendo su característica esencial la prudencia y la armonía. Esto se consigue con el conocimiento y la práctica. Esta práctica tiene en sí misma que producir felicidad. Aun así sólo al final de la vida y después de examinada ésta es cuando realmente puede decirse si una persona ha llevado una vida buena, pues mientras el hombre vive siempre es susceptible de cambiar. Y si es en ese momento cuando se consigue la felicidad, y damos por hecho que el alma es inmortal, tendremos que convenir en que tiene que haber algo después de la muerte, al menos para el alma.
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BIBLIOGRAFIA
- Departamento de Investigaciones Educativas de la Editorial Santillana S.A.,bajo la dirección de Jaime Mascaró Florit.- FILOSOFIA BUP 3º. Madrid – 1989.
- César Tejedor Campomanes.- COU, HISTORIA DE LA FILOSOFIA en su marco cultural.- Ediciones SM.- Madrid – 1991.
- Universidades de Madrid.- Nuevos TEXTOS COU FILOSOFÍA Cursos 1991-92.- Editorial Coloquio.- Madrid – 1991.
- Jostein Gaarder.- EL MUNDO DE SOFIA. (novela sobre la historia de la filosofía).- Ediciones Siruela, S.A.- Madrid – 1994.
- Fragmentos de obras de varios autores (Platón, Aristóteles, Descartes, etc.), proporcionados en clase por el profesor.
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¿Se han quedado obsoletos los filósofos griegos?
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