FIESTAS NAVIDEÑAS

     ¡Bendita rutina!
     No sé cómo todos los años pienso con ilusión en la Navidades, si luego entras en un remolino que cuando te quieres dar cuenta ya han pasado.
Las disfruto luego, recordándolas. Recordando los ratos que pasamos reunidos, el alboroto de los niños, las calles iluminadas, la algarabía y el bullicio de la gente por las calles. ¡Claro que ese es el lado amable! porque luego está la otra cara:  las prisas a todas horas... el desmadre del consumismo de la gente, que aunque yo procuro controlarme no puedo evitar pasarme también un poco, por querer ofrecer a mi gente algo especial. 
     Y  llegan los preámbulos de Nochebuena y Navidad. 

Quedada en Madrid, para desearnos felices fiestas. ¡Llovía a mares!

      Nochebuena:  Prepara cena que vienen todos... organiza la mesa para que todos quepamos, que cada año somos mas ¡y el espacio el mismo!... Pero me encanta ver a todos juntos. Procuro hacer una cena que la pueda tener preparada con antelación para no  estar a última hora cocinando, y que estemos tranquilos todos a la mesa.

Algunos momentos de la cena

     Pasa Nochebuena y, empieza a preparar la Nochevieja. Vuelta a las prisas y a las compras. Aunque esa noche les toca con la familia política y nos toca tomarnos las uvas solos, también tenemos nuestra cena especial y toda la parafernalia de la despedida de año.

En Año Nuevo nos acompaña Rosamari y paseamos por Leganés

     Pasa Nochevieja y... ¡ya están ahí los Reyes!, porque en casa somos de los Reyes Magos, ¡hay que guardar las tradiciones!.

Toca ver a los Reyes en la cabalgata

      En Reyes, vinieron otra vez todos con los niños, a recoger y repartir los regalos... comer el roscón... Y algunos se quedaron a comer. 
     ¡Dios mío! el alboroto que preparan los niños abriendo paquetes. Hay de todo: construcciones, juegos, muñecos, coches, artilugios de superhéroes, disfraces... Lea está guapísima con su vestido de Rapunzel. Carmen está como loca con su caja registradora y sus cestas del súper.  ¿Y Jairo?... Jairo, en su primer año, está alucinado.

Abriendo los regalos

     ¡Ah! pero eso no fue todo, porque entre Año Nuevo y Reyes tuvimos otro evento. Lea cumplió años y como estaba en casa de los abuelos porque sus papas estaban trabajando, llamamos a los primos para que vinieran a felicitarla y organizamos una pequeña fiesta. 

Después de comer vinieron sus papás a buscarla y para seguir celebrándolo la llevaron a ella y a su hermano, a volar a uno de esos espacios que llaman túnel de viento, formados por un gran tubo transparente que expulsa una especie de aire comprimido y que  hace elevarse hasta el techo, y descender como en paracaídas. ¡acompañado por un monitor, claro! 

Cumpleaños de Lea

Esto fue todo. 

Un año mas que doy gracias a Dios por la familia que tengo 

y, como decía mi madre, pidamos poco a poco. 

¡Que nos veamos el próximo año!

    "Feliz Año Nuevo"