Tercer día:
Hoy, después de arreglarnos y dar cuenta de nuestro desayuno, hemos pensado tomarnos la mañana con tranquilidad, pues ayer hicimos casi catorce km y nosotros ya no estamos para esos trotes.
Decidimos dedicar la jornada a visitar La Alcazaba y el Teatro romano que está en su falda.
De camino a ello, hemos pasado por el mercado central de Atarazanas, con unas preciosas cristaleras en su cabecera y repleto de puestos de frutas con sus variados colores. Me ha recordado a La Boquería" de Barcelona.