24 de julio de 2014

CRÓNICAS DE OTROS TIEMPOS

     Hace unos días, cuando volvíamos de La Manga y pasamos a visitar a Aurelio y Adela, estuvimos viendo fotografías antiguas y descubrí una que quiero compartir con vosotros. Debe ser de finales de los años cincuenta. De muy a finales… Yo diría entre el 1958 y 1960. Me ha traído recuerdos de aquellos tiempos.

     Está hecha en el corral de la casa de los abuelos. Ya en alguna ocasión he publicado algo de esta casa con referencia a mamá o a papá, pero creo que nunca la he descrito con detalle. Tampoco lo voy a hacer ahora, ¡no temáis!. Solo algún apunte de cómo yo la recuerdo

     Primero, la entrada de la casa tenía una puerta de las que están divididas en dos partes. Abrías la parte de arriba, introducías la mano y levantabas una aldabilla, diciendo “ave maría” al mismo tiempo que abrías la parte de abajo y entrabas en casa. De dentro te contestaban “sin pecado…”. ¡Vamos, como cuando ibas a confesar!. Había un amplio vestíbulo distribuidor, que llamaban “el patio de casa”, con suelo de cemento pulido y macetas con calas, o parecido…

     A la izquierda estaba el comedor, aunque solo de nombre porque no recuerdo haber comido allí nunca. Tenía un ventanal a la calle y el suelo creo que era de baldosa con algún dibujo. Eso sí lo recuerdo: el abuelo sentado delante del ventanal generalmente leyendo el ABC, al que estaba suscrito. Allí recibía a las visitas y allí comía él siempre, solo. A lo mejor por eso se llamaba comedor. Los demás comíamos todos en la cocina, que la recuerdo muy grande y hacía las veces de zona de estar y cocina . Dentro del comedor, había una alcoba que era el dormitorio de los abuelos.

     Frente a la puerta de la calle había otra alcoba, con dos camas, que era el dormitorio de los tíos. A los pies había un baúl para la ropa, que lo llamaban “mundo” y que estaba montado sobre una especie de patas, que no recuerdo el nombre que le daban. Debía ser muy hondo, porque cuando algo se perdía la abuela decía “estará en el culo del mundo”.

     A la derecha había otra estancia gemela a la del comedor, que era la habitación femenina. Constaba de una primera sala, con ventanal a la calle, y creo recordar que el suelo era de barro cocido color teja.  Había un lavabo y un armario con puerta de espejo. A continuación había una alcoba que era el dormitorio de las tías, con una cama que la recuerdo grande y muy alta.

     A la derecha del distribuidor y pegado a esta estancia salía el pasillo que llevaba a la cocina, bajando un escalón. Frente a este escalón estaba la puerta que comunicaba con las cuadras y el corral.

     La cocina era una estancia bastante amplia, pero toda la zona de estar y trabajar se concentraba en la cabecera, que era una zona mas ancha. Había una gran chimenea en el centro de la pared, con el fuego casi a ras del suelo, que era donde se cocinaba con los pucheros al rescoldo de la lumbre, y donde siempre había un pote con agua caliente. A los lados de la chimenea había unas alacenas (o era sólo a un lado?... ¿al izquierdo?) donde se guardaba la loza. En la pared de la derecha, una ventana que daba al corral y en la misma zona una pila, creo, donde se fregaba en unos barreños. En la pared de la izquierda había una bodega, donde se almacenaban los alimentos. Y en un ángulo también hacía la izquierda y a la espalda, la puerta que subía a la troje, donde se guardaba el grano. De estas dos estancias os contaré otro día.

     Os había dicho que no iba a detallar, lo siento pero… me lío y me lío.

     Tanto me he liado, que la foto en cuestión os la pondré en el próximo post. En compensación os pongo una del aspecto actual de la casa de la que os estoy hablando. No sé como estará ahora por dentro, ni tengo curiosidad por verla. Prefiero mantener mis recuerdos intactos.

La casa de los abuelos, aspecto actual
     Ahí la tenéis, la he recortado de google. ¿No os paseáis algunas veces a través de google maps, por zonas que hace mucho que no visitais?. A mi me encanta hacerlo. Sobre todo por los pueblos con los que he tenido alguna relación y a los que ya no he vuelto a ir. Este si lo he visitado muchas veces, pero la casa no, desde que dejaron de habitarla los abuelos. Aparentemente está como la recuerdo. El primer ventanal es el del comedor, después la puerta de entrada, el ventanal de la otra sala, y la trasera, que estaba en la misma fachada. Lo único que ha variado es el asfaltado de la calle, que en aquel entonces era empedrado.

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Proverbio judío.

"Si todos tirásemos en la misma dirección, el mundo volcaría".



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