LA MATACÍA

     Este fin de semana estuvimos en Navarrete, un pueblecito de Teruel, que está en la Comarca del Jiloca, que a su vez linda con la de Albarracin y por otro lado con el espacio natural de las Lagunas de Gallocanta, donde se dan cita miles de grullas... Yo diría que todas.

       

     Tiene Navarrete, como varios pueblos de la zona, una torre mudéjar tardío, siglo XVI, declarada patrimonio de la humanidad en 2001. 

     Dicha torre está adyacente a la iglesia de la Asunción de Ntra. Señora, de estilo renacentista-barroco, de construcción posterior, siglo XVII, que consta de tres naves y en el Retablo Mayor, un lienzo de Antonio Palomino Velasco, nombrado pintor real. Sobre el crucero una elegante cúpula. 

Antigua tejería, ahora sin actividad

      Como todos los pueblos pequeños, Navarrete se va quedando sin gente joven. Aunque todos los que de una forma u otra están vinculados al pueblo, a la menor ocasión vuelven y colaboran en preparar actividades para conservar las tradiciones, dándole vida.

    

     Desde hace unos años han creado, o reavivado, la Asociación Cultural Santa Lucía, que se encarga de promocionar y mantener dichas tradiciones. Y esta es una de las que quieren preservar: 

LA MATACÍA

     Es el cuarto año que la celebran y todo el pueblo participa.

     Antiguamente sabéis que cada familia criaba sus propios cerdos y hacía su propia matanza con lo que tenían reservas para todo el año. Pero en la actualidad, por normativa de sanidad o porque en los tiempos que corren la gente ya no dedica tiempo a la crianza de cerdos, esto se va perdiendo. Ahora el que quiere hacer su embutido, compra en las industrias montadas al efecto los productos necesarios y elabora y seca en casa los chorizos, las longanizas, los lomos, etc... Y en las grandes ciudades, directamente, lo compramos hecho.

     Pues bien, en la jornada de "la matacía" de Navarrete se recrea la antigua matanza. 

     Compran el cerdo, un matarife lo sacrifica. (esto no se hace en público porque está prohibido). Pero una vez cumplido este paso, todos colaboran en el despiece del animal y se explica a los neófitos el proceso y las partes de que consta. Todo ello en un ambiente festivo. Se almuerza con huevos fritos para todos los asistentes. Luego se lleva una muestra del animal al veterinario para que certifique que el bicho está sano y es apto para el consumo.

     Y al día siguiente, se organiza una gran comida para todo el pueblo, a base de productos del cerdo. Estaban riquísimos los callos con garbanzos, el estofado y las presas fritas.

    Por la noche, siguió la comilona, esta vez a la parrilla. que se preparó en las barbacoas dispuestas para este fin.

     Hubo actividades para los niños, que con objetos de reciclaje construyeron unos preciosos cerditos-hucha. 

     Para los mayores se organizaron partidas de cartas  compitiendo en los juegos que son mas conocidos en la zona: "el Rabino" y "el Guiñote". Pero sobre todo, fue un gran día de convivencia.

     Hizo un tiempo maravilloso, soleado y con temperatura primaveral, nada típico del mes de marzo. ¡¡Lo pagaremos si hacemos caso al refrán!!

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     Aquí os regalo un precioso cuadro antiguo, alusivo a la matanza.

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Refrán:

"Cuando marzo mayea... mayo marcea".