Nueva Zelanda, 1907. La infancia de Gloria termina abruptamente cuando es enviada junto con su prima Lilian a un colegio en Gran Bretaña. Si bien Lilian encaja en las costumbres que impone el viejo mundo, Gloria quiere volver a toda costa a la tierra que la vio nacer, para lo cual ideará un atrevido plan. El profundo sentimiento que la empuja a regresar marcará su destino y convertirá finalmente a Gloria en una mujer más fuerte.
Última entrega de la trilogía escrita por Sarah Lark sobre la saga de los herederos de Kiward Station, en las llanuras de Canterbury, en Nueva Zelanda
Mi comentario:
Otra vez estamos ante la historia de dos mujeres. Si tomamos como referencia a Gwyneira, que junto con Helen, fueron las protagonistas de la primera entrega, diré, que las de la segunda fueron sus nietas Kura y Eleine, y que esta tercera corresponde a sus bisnietas: Gloria y Lilian.
Gloria, hija de Kura, es una muchacha osca y retraída, que se relaciona mal casi con todo el mundo, a la que sus padres deciden enviar a estudiar a Europa. En cambio su prima Lilian, hija de Eleine es abierta, sociable, soñadora y parlanchina, por lo que disponen que acompañe a su prima con el fin de ayudarla a integrarse. Sin embarg0 al llegar al colegio, como son de distinta edad, las separan. Y ahí empiezan los problemas para Gloria.
No obstante sus verdadero calvario no ha empezado todavía... Añora sus raíces, sus llanuras de Canterbury y solo piensa en la forma de volver.
Hay un tercer protagonista con gran peso en esta entrega, que es Jack, el hijo pequeño de Gwynira, con la guerra mundial como telón de fondo.
El estallido de la guerra, cambia el rumbo de muchas vidas.
Analizando un poco en conjunto la trilogía, se ve claramente que la autora pone el foco sobre las mujeres. Las presenta valientes, decididas, resueltas e intrépidas; al contrario que a los hombres, que en un segundo plano los deja en bastante mal lugar; los muestra, o violentos, o pusilánimes, o faltos de carácter. Y la mayoría un poco desdibujados.
También en esta entrega, llega un momento en que las protagonistas huyen, rompiendo con su entorno para buscar su camino.
- "... llegué con el Niobe a Aotearoa. Atravesé el océano con dolor y viajé por un río de lágrimas. Arribé a costas extrañas y crucé un país que abrasó mi alma. Pero estoy aquí. I nga wa o mua, el tiempo, que vendrá y que ha pasado me encuentra en la tierra entre el lago y el Anillo de los Guerreros de Piedra. En mi tierra, Tonga. ¡Y no oses nunca mas disputármela! Ni con palabras, ni con hechos ni, desde luego, con trampas".
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En otro orden de cosas, y a mi humilde entender, creo que hay escenas un poco escabrosas de sexo explícito con demasiado detalle, que sobran.
Así mismo, descripciones de batallas de la guerra, totalmente "gore", que también se podrían suprimir, sin que por ello se pudiera dejar de entender el horror de esta masacre... Aunque quizá haya personas a quien esto les guste.
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