2º CURSO DE “CULTURA Y CIVILIZACIÓN”
Asignatura: CORRIENTES
DEL PENSAMIENTO CONTEMPORÁNEO
TRABAJO DE
FIN DE CURSO:
¿PODEMOS ADMITIR LA EXISTENCIA DE VERDADES
UNIVERSALES?
Introducción
Parece que es aquello de lo que bajo
ningún concepto se puede dudar, algo absolutamente demostrable. Algo a lo que
nadie le pueda encontrar ningún pero y en lo que todos estén de acuerdo. Por
ejemplo: la propia existencia, la existencia del ser, la existencia de Dios, la
naturaleza, etc.
De entrada, el solo hecho de formular
esta pregunta ya te predispone a dudar, porque el que algo se cuestione,
siempre da opción a mas de una respuesta
Bueno, sé que me voy a meter en un
laberinto y sé que no sé por donde voy a salir, aunque me voy a apoyar en
algunos filósofos para tratar de andar el camino. Metrodoro de Kío
afirma: “Las cosas son lo que uno piense de ellas”. Bien para empezar, lo que yo piense de las cosas
es lo que son.
Si acudo a otros filósofos para saber
que conclusiones han sacado ellos, me
puedo encontrar con, por ejemplo San Agustín:“¿Puedo razonablemente
dudar de mi existencia aun suponiendo que todos mis juicios estuvieran siempre
equivocados? No, ya que aun en el caso de que me engañase no dejaría de
existir”. O con Descartes que me dice “Pienso, luego existo”. ¡Ah, menos
mal¡ hay dos de acuerdo en la propia existencia. Kant me complica, “La
razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular
de verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas
por la naturaleza de la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar,
porque superan las facultades de la razón humana." Parece que va a ser un
esfuerzo inútil, ya que la razón es corta. Ahora llega Nietzche, lo
sentencia y dice “La única verdad es, que la verdad no existe”. Entonces ya
puedo dejar de buscar. No obstante,
Metrodoro de Kío me deja mas tranquila y
me quita algo el complejo que pueda sentir de expresar mi propia opinión. Claro que después viene lo
de argumentarlo y eso es bastante mas peliagudo, pero vamos allá.
Desarrollo
Según Kant, la verdad es la
coincidencia del conocimiento con su objeto. Según esta teoría, toda verdad es
relativa porque depende del conocimiento que cada persona tenga desde su
contexto, con el objeto. Por otro lado, para obtener ese conocimiento se
requiere la experiencia, por lo que no pueden existir verdades a priori.
Por ejemplo; ¿Qué pasó con Galileo Galilei?. Todos creían que la verdad estaba
en que era el sol el que se movía, el conocimiento convino en que era la
tierra. ¿Y Colón?; la verdad general era que la tierra era plana y él estaba
convencido de que era redonda. El conocimiento le dio la razón.
Según el método cartesiano podemos
resumir en cuatro las reglas fundamentales para llegar al conocimiento
verdadero de todo aquello de que se es capaz:
1ª.- La evidencia.- No admitir
jamás como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo es, sin
ocasión alguna de poner en duda.
2ª.- El Análisis.- Dividir cada
una de las dificultades en las partes necesarias para resolverlas mejor, es
decir descomponer lo complejo en sus elementos simples.
3ª.- La Síntesis.- Conducir por
orden los pensamientos, primero por lo fácil e ir ascendiendo por grados hasta
el conocimiento de los mas compuestos... en un proceso ordenado de deducción.
4ª.- La Comprobación.- Realizar
en todo unos recuentos tan completos y unas revisiones tan generales que se
pueda estar seguro de no omitir nada.
Estos pasos a dar están muy bien pero,
¿Cómo puedes estar seguro de que el conocimiento que posees es el suficiente
para tener la evidencia y todo lo que le sigue hasta llegar a la comprobación?.
Bien es verdad que la ciencia con sus descubrimientos te puede ayudar pero
siempre en tanto en cuanto el objeto de análisis sea algo que se pueda medir,
contar, ver, tocar. Berkeley dice: “ser es percibir y ser percibido”.
Parece que todos tienen la misma obsesión. Demostrar que existen. Y parece que
de eso nos han convencido a casi todos. Por lo tanto creo que la propia
existencia está demostrada como una verdad universal... o no?. ¿Existimos
realmente?. Tal vez seamos el sueño de alguien. Si yo me miro a mí misma desde
un plano superior... el sitio que ocupo... el lugar donde me encuentro... no
veo ninguna razón para estar ahí y no en el lugar y en el sitio de otra
persona. Sin embargo yo me siento en ese lugar y no puedo imaginarme en el de
otro. (Creo que me estoy liando).
“La verdad está en relación con los
frutos prácticos, lo verdadero es lo que resulta eficaz para satisfacer los
intereses y necesidades humanas” W.
James. Esto me parece bastante interesado y
condicionante. Claro que bien mirado yo misma estoy buscando en los
razonamientos de los filósofos, lo que realmente a mí me interesa, lo que tiene
algo de coincidencia con lo que yo pueda pensar y esto también puede ser una
forma de satisfacer mi interés.
“Cada verdad es un punto de vista de un
sujeto que por ser parcial necesita integrarse en las perspectivas de los
demás” Ortega. Este
pensamiento parece que entronca con el de M. de Kío, pero ahora ya no me
convence, porque estamos hablando de muchas verdades, la verdad de cada uno -tu
verdad... mi verdad- pero no una Verdad
Universal. Aunque supongo que la verdad que realmente nos convence es la
nuestra propia, aquella a la que llegamos a través del análisis, según nuestros
conocimientos. Una verdad a nuestra medida.
Continuamente, en la vida cotidiana me
encuentro con evidencias claras, como por ejemplo: que se hace de día, de
noche. Que llueve, que hay sol, que hace frío, calor. Todo esto lo percibo y lo
siento, para mí es evidente, por lo tanto, para mí, es verdad. Porque es fruto
de mi experiencia y lo asumo sin cuestionarlo.
Que nacemos, vivimos y morimos, también
para mí es una verdad incuestionable, porque lo percibo en los demás.
Ahora bien, todas estas percepciones
las asumo si no trato de analizarlas y preguntarme sobre ellas, pues en el
momento en que empiezo a indagar, me surgen las dudas y ya no sé si lo que
percibo, lo percibo, ni si lo que siento, lo siento realmente, con lo que la
pregunta que debería hacerme creo que sería :¿Debo preguntarme algo?.
Otra de las verdades universales que
cada filósofo trata de apoyar o rebatir, y a la que ninguno ha podido dar aún
una respuesta convincente para los demás es sobre la existencia de Dios. Pero
este tema creo que es bastante mas complicado porque aquí entramos en el terreno de la fe. Un terreno
bastante resbaladizo en el que la ciencia no ha
podido pronunciarse, quizá en coherencia con la teoría de Kant de que la
razón no alcanza. ¿También sobre este tema valdría la verdad a la que cada uno
pueda llegar, por lo que cada uno percibe, conoce, siente?... Podría
identificarse a Dios con la Naturaleza. Es lo mas sabio que existe, no se
conoce su principio y sin embargo ahí la tenemos, es una evidencia. Incluso
podría identificarse con la Verdad. Todos la buscan pero no se deja alcanzar.
No obstante creo que lo voy a dejar aquí, porque me parece como la historia de
San Agustín con el niño, que pretendía meter todo el agua del mar en un hoyo de
la playa, para demostrarle que eso era más fácil que lo que él estaba pensando
sobre la Trinidad
Conclusión
¿Podemos
por lo tanto admitir la existencia de verdades universales? A priori parece que
sí, pero todas las verdades son relativas y parecen verdades sólo hasta que empezamos a hacernos preguntas y a
analizar las cuestiones meticulosamente. Es decir, cuando empezamos a
filosofar.
Por lo tanto, creo que la filosofía
lo que hace realmente es crearte dudas
sobre todo lo que puedas plantearte, aunque te enseña a razonar y a buscar la
lógica en los razonamientos.
Por esta lógica y estos razonamientos,
creo que no podemos categóricamente afirmar la existencia de verdades
universales, pero tampoco de lo contrario...
¿Podrá
algún día la ciencia sacarnos de alguna de estas dudas?.
Sócrates dice: “La ciencia humana consiste
más en destruir errores que en descubrir verdades”
No hay comentarios:
Publicar un comentario