Cuarto y último día
El día amaneció muy nublado aunque no anunciaban lluvia hasta por la tarde. Teníamos que dejar el hotel a las doce y el tren no salía hasta las 20 horas, así que había que organizarse.
Después de arreglarnos... bajar a desayunar...recoger nuestras cosas... hacer las maletas... y pasar por recepción... nos despedimos del hotel dispuestos a aprovechar nuestro último día en Málaga.
Lo primero que hicimos fué, dando un paseo pues estábamos a poco mas de un km de la estación, acercarnos a la consigna a dejar las maletas y así movernos con libertad.
Después, atravesando el puente de Misericordia nos paseamos por el Soho y desembocamos en la zona del puerto donde había atracados dos o tres cruceros, por lo que pensamos que habría mogollón de gente por el centro.
Ya con pocas ganas de andar, nos sentamos en el parque frente al palmeral cerca de la Plaza de la Marina haciendo tiempo para la hora de comer que lo hicimos en un restaurante italiano en el paseo que lleva a la farola.
Después decidimos subir a tomar café al Parador y disfrutar de las maravillosas vistas que se nos ofrecen desde los miradores de Gibralfaro.
Nos quedaba por visitar el castillo y tuvimos la oportunidad.
Cuando nos pareció suficiente, tomamos un taxi desde allí a la estación, recogimos las maletas y terminamos nuestro viaje.
----------------
PD. Todos los días para ir a la zona del centro histórico. atravesábamos por alguno de sus puentes el lecho del río Guadalmedina. Y digo el lecho del rio, porque el río era inexistente. Completamente seco, hasta el punto de que la gente bajaba a él a pasear a sus perros.
Y así es Málaga
Mitad jazmín y mitad brisa
Mitad paloma y
mitad gaviota mensajera.
Mitad labio y mitad pétalo
Corazón traspasado por una
biznaga de amaneceres.
(R. Pérez Estrada)
No hay comentarios:
Publicar un comentario