SINOPSIS
Esta aventura se inicia en 1990, cuando Javier Sierra tropieza en las galerías del Museo del Prado con un misterioso personaje que se ofrece a explicarle las claves ocultas de algunas de sus obras maestras. Visiones místicas, anuncios proféticos, conspiraciones, herejías y hasta mensajes que parecen llegados del "otro lado" inspiraron a maestros como Rafael, Tiziano, el Bosco, Juan de Juanes, Botticelli. Brueghel o el Greco. Y según ese inesperado maestro, lo que todos ellos dejaron escrito en sus pinturas es tan sobrecogedor como revolucionario.
Esta aventura se inicia en 1990, cuando Javier Sierra tropieza en las galerías del Museo del Prado con un misterioso personaje que se ofrece a explicarle las claves ocultas de algunas de sus obras maestras. Visiones místicas, anuncios proféticos, conspiraciones, herejías y hasta mensajes que parecen llegados del "otro lado" inspiraron a maestros como Rafael, Tiziano, el Bosco, Juan de Juanes, Botticelli. Brueghel o el Greco. Y según ese inesperado maestro, lo que todos ellos dejaron escrito en sus pinturas es tan sobrecogedor como revolucionario.
"Este relato comienza con los primeros fríos de diciembre de 1990. He dudado mucho, muchísimo, sobre la conveniencia de publicarlo, sobre todo porque se trata de una aventura de fuertes connotaciones personales. Es, en definitiva, la pequeña historia de cómo un aprendiz de escritor fue enseñado a mirar un cuadro".
Así comienza El Maestro del Prado, una novela en la que Javier Sierra nos habla en primera persona de sus años de estudiante universitario en Madrid, una vida para la que veinticuatro horas al día no son suficientes para cubrir sus estudios, un trabajo a tiempo parcial en una revista de divulgación científica y su otra gran pasión: perderse en las salas del Museo Nacional del Prado.
Mi comentario:
No sé como empezar ni como explicar mi opinión sobre este libro. He tardado mucho en leerlo por diversas circunstancias. Tuve intención de dejarlo en un par de ocasiones, pero es superior a mí, no puedo dejar un libro sin terminarlo. Lo empecé a leer porque creí que era una novela de misterio e intriga, y lo cierto es que lo parecía, pero me encontré con demasiada información sobre los cuadros de los que se habla, que te derivaban continuamente a las notas del final, y me aburría un poco. Es verdad que son muy interesantes las cosas que cuenta sobre las claves encriptadas en los cuadros, pero como al parecer se trata de una novela, el autor debería haber rematado el final de alguna manera. bueno... simplemente haberlo rematado, pues se queda un poco como si se hubiera cansado y no hubiera sabido como terminarlo. Es decir el desenlace está "cojo".
Libro para los amantes del arte pictórico y de los secretos que guardan los arcanos del museo del Prado.
Si decidís leerlo, hacedlo en un libro "libro" porque tiene láminas en color de los cuadros de los que habla y en el libro electrónico se ven en gris y no se aprecian la mitad de las cosas, una de las causas por las que yo iba a dejar de leerlo. Dio la casualidad de que mi amiga Marisa me lo regaló, en papel, y todo cambió. Volví al principio, prescindí de las notas del final... y pude terminar de leerlo felizmente. ¡Aunque sigo pensando lo mismo del final!
"Porque yo, como he dicho, solo era un estudiante curioso. Uno con la cabeza llena de pájaros, amante de los libros de misterio, del periodismo y la Historia, que debía regresar a su residencia universitaria antes de la hora de cenar".
"Fue entonces, justo cuando estaba a punto de dejarle La Perla para él solo, cuando bajó de su nube y habló.
- ¿Conoces esa frase que dice que el buen maestro llega sólo cuando el discípulo está preparado?"...
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No sé como empezar ni como explicar mi opinión sobre este libro. He tardado mucho en leerlo por diversas circunstancias. Tuve intención de dejarlo en un par de ocasiones, pero es superior a mí, no puedo dejar un libro sin terminarlo. Lo empecé a leer porque creí que era una novela de misterio e intriga, y lo cierto es que lo parecía, pero me encontré con demasiada información sobre los cuadros de los que se habla, que te derivaban continuamente a las notas del final, y me aburría un poco. Es verdad que son muy interesantes las cosas que cuenta sobre las claves encriptadas en los cuadros, pero como al parecer se trata de una novela, el autor debería haber rematado el final de alguna manera. bueno... simplemente haberlo rematado, pues se queda un poco como si se hubiera cansado y no hubiera sabido como terminarlo. Es decir el desenlace está "cojo".
Libro para los amantes del arte pictórico y de los secretos que guardan los arcanos del museo del Prado.
Si decidís leerlo, hacedlo en un libro "libro" porque tiene láminas en color de los cuadros de los que habla y en el libro electrónico se ven en gris y no se aprecian la mitad de las cosas, una de las causas por las que yo iba a dejar de leerlo. Dio la casualidad de que mi amiga Marisa me lo regaló, en papel, y todo cambió. Volví al principio, prescindí de las notas del final... y pude terminar de leerlo felizmente. ¡Aunque sigo pensando lo mismo del final!
"Porque yo, como he dicho, solo era un estudiante curioso. Uno con la cabeza llena de pájaros, amante de los libros de misterio, del periodismo y la Historia, que debía regresar a su residencia universitaria antes de la hora de cenar".
"Fue entonces, justo cuando estaba a punto de dejarle La Perla para él solo, cuando bajó de su nube y habló.
- ¿Conoces esa frase que dice que el buen maestro llega sólo cuando el discípulo está preparado?"...
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