Lo hemos pasado en el pantano, disfrutando a tope de los nietos, que te dan inyección de vida por un lado y te matan por otro.
Este año el pantano nos ha servido de poco porque estaba casi seco, con lo que bajar a la playa con el calor que hacía y lo lejos que quedaba el agua, era un suplicio, solo lo hemos hecho un par de veces y porque venía Alberto y nos animaba a ello. Pero hemos hecho algunas otras cosillas.
Así que, como todos los años, permitidme que comparta con vosotros, y así me sirve a mi de repaso, un pequeño resumen de nuestras actividades.
Paseando por el monte, las niñas descubrieron este parque de recreo que alguna persona imaginativa y con tiempo para ello, ha construído de una forma totalmente altruista. ¡¡Admirable!! |
Alguna visita a la piscina del pueblo... tardes de bici y noche de cine con Alberto. |
Una tarde preparamos en la terraza un taller de pintura sobre piedras. |
Marta decidió que su piedra sería una tortuga sobre agua. Ana pensó que la suya podría ser una cámara fotográfica. La que eligió Teo le pareció estupenda para convertirla en una porción de pizza y Lea dijo que la suya era un corazón. Para motivarlos, y confieso que porque me picó el gusanillo, yo también elegí mi piedrecita y decidí que sería una zapatilla. Lo cierto es que buscamos unas camisetas viejas, nos pusimos manos a la obra y pasamos una tarde muy entretenida. Todos quedaron muy satisfechos.
Después de unos días se fueron las mayores... y vinieron los dinosaurios.
Los pequeños se quedaron algún día mas y al pueblo llegó el Mercado Jurásico.
Nos acercamos con ellos a verlo pues aparte de los superheroes, lo que más les gusta son los dinosaurios. Se saben los nombres de casi todos, que yo soy incapaz de recordar ni pronunciar, y tienen muchas figuras de ellos.
El mercado era un poco como cualquier mercado medieval, con muchos puestos de artesanía pero tenía de especial algunas zonas temáticas sobre estos bichos, y actividades para los niños relacionadas con ellos. Como por ejemplo una exposición callejera explicando como se desarrollaba un huevo de dinosaurio; o una gran mesa con arena donde los niños, con un cepillo simulaban ser arqueólogos descubriendo huesos en el fondo. También había una noria manual, un castillo hinchable, Cuentacuentos, títeres...
Los pequeños se quedaron algún día mas y al pueblo llegó el Mercado Jurásico.
Nos acercamos con ellos a verlo pues aparte de los superheroes, lo que más les gusta son los dinosaurios. Se saben los nombres de casi todos, que yo soy incapaz de recordar ni pronunciar, y tienen muchas figuras de ellos.
El mercado era un poco como cualquier mercado medieval, con muchos puestos de artesanía pero tenía de especial algunas zonas temáticas sobre estos bichos, y actividades para los niños relacionadas con ellos. Como por ejemplo una exposición callejera explicando como se desarrollaba un huevo de dinosaurio; o una gran mesa con arena donde los niños, con un cepillo simulaban ser arqueólogos descubriendo huesos en el fondo. También había una noria manual, un castillo hinchable, Cuentacuentos, títeres...
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