EL ENIGMA DE LA HABITACIÓN 622

 “No son ni el autor ni el editor quienes deciden cuando se publica un libro. Es el propio libro el que decide cuando hay que publicarlo.”

SINOPSIS

     Una noche de diciembre un cadáver yace en el suelo de la habitación 622 del Palace de Verbier, un hotel de lujo de los Alpes suizos. La investigación policial no llegará nunca a término y el paso del tiempo hará que muchos olviden lo sucedido. Años mas tarde el escritor Joël Dicker llega a ese mismo hotel para recuperarse de una ruptura sentimental. No se imagina que terminará investigando el viejo crimen, y no lo hará solo: Scarlett, la bella huésped y aspirante a novelista de la habitación contigua, lo acompañará en la búsqueda mientras aprende también las claves para escribir un buen libro. 

     ¿Qué sucedió aquella noche en el Palace de Verbier? Es la gran pregunta de este thriller diabólico, construido con la precisión de un reloj suizo. Joël Dicker nos lleva finalmente a su país natal para narrarnos una investigación policial en la que se mezclan un triángulo amoroso, juegos de poder, traiciones y envidias en una Suiza no tan tranquila, donde la verdad es muy distinta a todo lo que hayamos imaginado.

DESTINO: GUADALUPE(CÁCERES) III

 MONFRAGÜE

     Al dia siguiente, después de desayunar y comprar algún recuerdo, dejamos Guadalupe y retomamos el camino en dirección a Monfragüe. Íbamos a hacer un pequeño recorrido en el Barco del Tajo  por esta reserva natural. Íbamos a hacerla y la hicimos. Una hora y media mas o menos duró la excursión, en la que un guía nos iba explicando todo sobre la fauna y la flora del lugar, e incluso nos señalaba los lugares en los que pudimos ver grupos de gacelas entre los matorrales, y buitres volando en círculo en lo alto de los montes. 

     Muy interesante todo pero pasamos mucho calor, a pesar de que la actividad era después de las siete de la tarde. Lo agravaba el hecho de que, como éramos un grupo de personas diversas, todos llevábamos mascarilla y a mi se me olvidó mi botella de agua y allí no había forma de conseguirla, acabé con la boca seca. Aun así cumplimos muestro objetivo. Dormimos en un hotel de Torrejón el Rubio, que estaba relativamente cerca del embarcadero.

DESTINO: GUADALUPE, (CACERES) II

La Puebla de GUADALUPE

     Después de recorrer Romangordo y ver sus trampantojos, nos tomamos un refresco en una terraza cerca de la plaza de la iglesia y reemprendimos nuestro viaje a Guadalupe. 

     Por una carretera de curvas infinitas llegamos al parador a la hora de comer por lo que dejamos el equipaje en la habitación y nos fuimos directamente al comedor del mismo Parador 

     Una vez pasada la hora de calor decidimos salir y empaparnos de Guadalupe, y lo de empaparnos es literal porque La Puebla nos recibió lloviendo. Aunque luego no fue para tanto y el paraguas nos sirvió de bastón para ayudarnos con tanta cuesta. 

     La oficina de turismo estaba cerrada por lo que decidimos patear las calles por nuestra cuenta. 

     Desde la plaza del Monasterio, después de dar un par de vueltas sin rumbo, bajamos hacia un arco, el arco del "Chorro Gordo", donde nos encontramos con el inicio de una especie de yincana: Una flecha con el numero 2  nos indicaba el siguiente punto de interés: el "Arco del Tinte", allí la flecha con el numero 3 nos llevó a la "Fuente del ángel" donde estaba la flecha con la dirección hacia el número 4, la "Casa de Gil Cordero", y así…  hasta que se nos hizo la hora de cenar, mas o menos en  la mitad del recorrido, precisamente en el Parador, que era el punto num. 12 y 13 en la yincana, ya que se trata de dos edificios antiguos: el hospital de San Juan Bautista y la Escuela de los Infantes. Tomamos algo ligero en una terraza de la explanada de delante del Monasterio, nos quedamos allí un buen rato de charleta y nos retiramos a descansar ya con dolor de pies. 

     Me permito poneros unas fotos para ilustrarlo, aunque sabéis que no soy muy buena fotógrafa.

Recorrimos sus empinadas calles

DESTINO GUADALUPE (CÁCERES) Parada en ROMANGORDO

     Por fin hemos hecho una escapadita, de tres días, probando la nueva realidad, a la que trataremos de adaptarnos con todas las precauciones, hasta que vuelva la normalidad. 

     

     Nos hemos ido a tierras extremeñas. Era un regalo que los chicos nos habían hecho el año pasado por nuestro cumpleaños y que cuando esta primavera pensábamos utilizarlo, se presentó lo que se presentó.

     Salimos de Madrid con destino a Guadalupe, habíamos reservado habitaciones en el Parador. Bueno, las había reservado Rosamari, que venia con nosotros y es mas decidida que yo.

     Siguiendo un programa de visitas que nos habíamos preparado, dimos un pequeño rodeo por Navalmoral de la Mata hacia Trujillo y nos desviamos en Romangordo para verlo. Yo había oído hablar de este pueblo y lo tenía en cartera esperando que hubiera una ocasión. La ocasión se presentó y no nos defraudó. He de decir que este pueblo merece un post para él solo.