11 de enero de 2021

EL PINTOR DE ALMAS

“Es una simple cuestión de estética. Eso es lo que se pretende: la belleza. No se trata de transmitir ideas. Eso era antes. Ahora se persigue... —El poeta agitó las manos en el aire— la hermosura..., incluso en la muerte. Lo único que tiene importancia es eso: el arte. El arte por el arte. No existe institución, ni territorio, ni autoridad ni sentimiento que venga a imponernos una sola letra.”

SINOPSIS

     Barcelona, 1901. La ciudad vive días de gran agitación social. La oscura miseria de los más desfavorecidos contrasta con la elegante opulencia de las grandes avenidas, donde ya destacan algunos edificios singulares, símbolo de la llegada del Modernismo. 
     Dalmau Sala, hijo de un anarquista ajusticiado, es un joven pintor que vive atrapado entre dos mundos. Por un lado, su familia y Emma, la mujer que ama, son firmes defensores de la lucha obrera; hombres y mujeres que no conocen el miedo a la hora de exigir los derechos de los trabajadores. Por otro, su trabajo en el taller de cerámica de don Manuel Bello, su mentor y un conservador burgués de férreas creencias católicas, lo acerca a un ambiente donde imperan la riqueza y la innovación creativa. 
     De este modo, seducido por las tentadoras ofertas de una burguesía dispuesta a comprar su obra y su conciencia, Dalmau tendrá que encontrar su auténtico camino, como hombre y como artista, y alejarse de las noches de vino y drogas para descubrir lo que de verdad le importa: sus valores, su esencia, el amor de una mujer valiente y luchadora y, sobre todo, esos cuadros que brotan de su imaginación y capturan en un lienzo las almas más miserables que deambulan por las calles de una ciudad agitada por el germen de la rebeldía. 
    Con El pintor de almas, Ildefonso Falcones nos ofrece la poderosa historia de una época convulsa al tiempo que nos brinda una trama emocionante donde el amor, la pasión por el arte, la lucha por los ideales y la venganza se combinan con maestría para recrear una Barcelona, antaño sobria y gris, que ahora se encamina hacia un futuro brillante donde el color y la esperanza empiezan a extenderse por sus casas y sus calles.




Sobre el autor:

ILDEFONSO FALCONES, escritor español nacido en Barcelona en 1959. Su padre era abogado y su madre ama de casa. El fallecimiento  de su padre cuando él tenía diecisiete años truncó su carrera deportiva como jinete, siendo por entonces el campeón de España Junior en la categoría de salto. Estudió en los Jesuitas de San Ignacio, y posteriormente en la universidad estudió Derecho, creando su propio bufete en el que trabaja de letrado, ocupación que compagina con su pasión por la literatura. Está casado y tiene cuatro hijos


Su primera novela, "La catedral del mar"  publicada en 2006,  fue un éxito en más de cuarenta países.​ Después vinieron: en 2009 "La mano de Fátima", en 2013 "La reina descalza"   y "Los herederos de la tierra", continuación de La catedral del mar, en 2016. Y, de momento, su última obra "El pintor de almas",   la que nos ocupa, ambientada en la Barcelona de principios del siglo XX.


Mi comentario:

     Hace mucho tiempo, debió ser cuando se publicó mas o menos, leí "La Catedral del Mar" y recuerdo que me gustó mucho, hasta el punto de que no paré hasta conseguir visitar este templo en la Ciudad Condal, pues entonces aún no conocía Barcelona y también recuerdo que cuando lo visité me emocionó. Posteriormente leí "La mano de Fátima" y también tengo muy buen recuerdo de su lectura ademas, por aquel entonces, había visitado La Alpujarra,  por la parte granadina, y me eran muy familiares los lugares de los que se hablaba en el libro. No había vuelto a leer nada de este autor. 

     Cuando tuve noticia de "El Pintor de Almas", lo primero que me atrajo fue su título y también me interesó lo que leí en la sinopsis. Sobre todo por lo que se anunciaba sobre el modernismo y lo que se percibía de la historia  que contaba. Pues bien, mi percepción fue totalmente equivocada. No me ha gustado nada. Y cuando digo nada, es nada. Me ha aburrido sobremanera. Me ha resultado pesadísima. Me esperaba una "novela" ambientada, sí, en los primeros años del siglo veinte, con la convulsión y lucha obrera en la semana trágica, y al mismo tiempo la eclosión del modernismo que llenó Barcelona de edificios vivos y coloridos, como telón de fondo y, sobre todo ello, la historia de ese pintor y sus circunstancias. Pues bien, lo que me encontré fue una sucesión de altercados callejeros, manifestaciones, revueltas, luchas, agitación social, quema de iglesias...  donde no hay ninguna persona medianamente buena en ninguna categoría, excepto en la de los  revolucionarios. Y todo este desastroso ambiente contado con todo lujo de detalles, demasiado diría yo,  y en cambio unos personajes y su historia totalmente diluidos en estos hechos, mas  propios de un libro de ensayo, un documental, e incluso de unas crónicas de sucesos, que de una novela. Se me ha hecho eterno porque a pesar de todo lo he leído entero, esperando encontrar la novela. 
     
     Deseo de todo corazón que Ildefonso Falcones pueda escribir su siguiente libro, aunque me lo pensaré mucho antes de leerlo. 


     "Barcelona era una ciudad tremendamente cruel con quienes la engrandecían entregando su vida y su salud, su familia y sus hijos"





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