Han pasado otros diez días y no hay cambios sustanciales en la situación de mamá. Si acaso una ligera mejoría en cuanto a que quizá tiene mas momentos en los que se mantiene espabilada, aunque eso no quiere decir que puedas mantener con ella una conversación o que te escuche lo que le dices. No, ella está en su mundo.
Hay veces que le dices quien está presente... quien ha venido a verla y ella sonríe. E incluso en ocasiones sin decírselo, ella sabe quien es. Como por ejemplo ayer tarde, supo que era tía Fe la que estaba allí con ella. Otras veces te sorprende con frases o expresiones que te hacen pensar que se entera de todo. Por ejemplo dice que queremos que esté comiendo a todas horas o que le estamos dando siempre de comer; o también que ¡vaya meneos que le dan las chicas cuando la cambian!. Yo estoy convencida de que muchas de las veces que parece que está adormilada, no lo está en realidad, sino que está aburrida y no quiere saber nada de nada.
Si no fuera por las dichosas bajadas de tensión, estoy segura de que mantendría algo mas la movilidad y podría hacer alguna pequeña actividad, porque las manos las tiene ágiles para desabrocharse los botones y hacer ovillos con el chal y los faldones de la blusa. No le gusta ver revistas ni periódicos pero sí fija la vista en el móvil cuando Manolo le enseña algún vídeo de sus nietos.
A ver si pasa un poco este calor tan intenso y conseguimos que se estabilice en un punto y a partir de ahí podemos intentar algo para hacerle pasar un poco mas entretenidos los largos momentos del día.
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Frase:
"Si la vida te da un limón..., haz limonada". Dale Carnegie.
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