18 de junio de 2018

SANTANDER Continuación

28 de marzo 2010 - segundo día

     Hoy hemos visitado Cabárceno, el gran parque de la naturaleza donde los animales viven en grandes espacios y los visitantes los observan desde miradores. Es un hábitat precioso e impresionante, con singulares formaciones  cársticas (como reza su promoción) y está enclavado en el Valle del  Pisueña, en una antigua mina de extracción de hierro. 





Uno de los espacios del parque, donde se encuentran los osos
Uno de los miradores



     Vimos tigres, gorilas, osos, jirafas, avestruces, hipopótamos, elefantes, cebras, leones, lobos, canguros, papiones… y qué sé yo!  ¡Ah! y el Reptilario, con toda clase de serpientes. Se me pusieron los pelos de punta.


Algunos de los animales, en sus espacios
Gorilas en su hábitat y avestruces
Mas especies de animales que allí viven


Otro de los miradores... creo que el de los bisontes
Reptilario
     Cuando dimos por terminada la visita era la hora de comer.  Habíamos desayunado temprano en el hotel y ya el estómago nos llamaba la atención
Decidimos ir a comer a Santillana del Mar que estaba a media hora mas o menos y Rosamari  no lo conocía. Paseamos sus calles llenas de encanto, como siempre, hicimos fotos a sus casas... a la colegiata...  y a algún otro  monumento. Pepín se quejaba de lo mal que se anda por el empedrado. Compramos algunos productos típicos y comimos ¡por fin! cocido montañés: estaba muy bueno pero a mí me pareció mas un potaje,  y no llevaba garbanzos sino judías blancas.


Santillana del Mar. Colegiata


Algunos rincones de Santillana del Mar
Mas de Santillana del Mar.Y extraño museo, que no visitamos
     Subimos de nuevo al coche y nos fuimos a Comillas, que también está cerquita; nos había invitado C. W.  a su casa para que Pepín la viera. Nos recogió en un punto del pueblo donde habíamos quedado y nos llevó en su coche a verla. Es una casa muy agradable y acogedora pero sobre todo muy luminosa y con unas vistas a la montaña espectaculares, tiene grandes ventanales, más bien panorámicos, desde donde se ve la famosa Universidad  Pontificia. Tenemos que volver para verla. Y también el capricho de Gaudí y el palacio donde está ubicado pero ya se nos hizo tarde pues estuvimos tomando un refresco y Pepín y Clara estaban tan enfrascados en la conversación sobre su trabajo y empresa que se nos pasó el tiempo volando.



Comillas.
"Capricho de Gaudí",
que nos quedó pendiente




     Volvimos a Santander,  ya derechos al hotel. Dejamos el coche y nos fuimos al centro comercial que estaba al lado buscando un lugar para tomar algo de cena. Nos retiramos a dormir temprano porque teníamos que madrugar mucho. Habíamos recibido una triste noticia.


29 de marzo de 2010  Final del viaje

     Ya estamos de vuelta en casa. Esta mañana salimos de Santander a las seis y media de la mañana; queríamos llegar pronto a Madrid para recoger a mamá y seguir a Guadalajara para despedir a tía Ángeles que después de dos semanas de sufrimiento nos ha dejado, con ochenta y ocho años. Su recordatorio dice… “aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad”… Que así sea.
                    
               

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