Mamá había dormido en casa de Mª Jesús y cuando yo llegué, acababa de venir de allí. Estaba pasando la fregona, dijo que no me esperaba, que no se acordaba de que era viernes, a pesar de que M.J. se lo había dicho antes de irse. No obstante se dispuso enseguida para que nos fuéramos e hicimos el camino sin ningún problema, ella como una jabata, sin quejarse de cansancio en ningún momento. Cuando llegamos a la iglesia, hizo el recorrido por todas la imágenes de la capilla: La Inmaculada, Jesús de Medinaceli, San Antonio, El Niño del Remedio y Santa Gema. Después se sentó mientras oimos Misa, y volvimos viendo escaparates y sorteando a la cantidad de gente que había por la calle a esas horas.
Nos encontramos a Isabel, una paisana suya que trabaja en uno de los portales por los que pasamos y a la que echamos de menos cuando no la vemos. Mamà siempre le pregunta por su marido aunque sabe que llevan muchos años separados y que tiene otra pareja. Es muy maja y muy agradable y no se molesta. Le contesta siempre lo mismo: que su exmarido está con sus hijos porque ya es muy mayor. Luego, de vuelta, mamá vuelve a contarme por enésima vez que el padre era amigo de papá. Aunque algunas veces me dice que el amigo era el marido, porque confunde las generaciones.
Estuve un rato con ella, le fuí a comprar alguna cosa que necesitaba y la dejé preparándose para comer. Tengo que explicarle, cada vez, con pelos y señales el trayecto que tengo que hacer y el tiempo que tardo para volver a casa.
Cuando llegué a casa la llamé, como siempre hago, porque ella me lo pide. Me dijo que despues de irme le había llamado Manolo.
Hoy está en casa de Rosamari. Anoche durmió allí y ha conseguido que se quede todo el día.
Hoy está en casa de Rosamari. Anoche durmió allí y ha conseguido que se quede todo el día.
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Cita:
"La gente te amará por lo que eres, y muchos te odiarán por
la misma razón. Por eso, no dejes de ser tú mismo". (?)
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