17 de junio de 2013

CASI TODO SOBRE MI MADRE, LI

     Se ha cumplido otra semana de mamá en el centro de día. El balance sigue siendo positivo aunque ella continúa diciendo cuando vuelve, que al día siguiente no va. 


     El miércoles estuvimos con la psicóloga, Mª Jesús y yo. Era muy joven y encantadora. Nos dijo que en general está tranquila en el centro, que participa en las actividades cuando se le pide. También nos dijo que al principio comía muy poco, solo quería el primer plato,  hasta que le cambiaron a la comida triturada. Ahora come mejor, porque en un solo plato le incluyen toda la alimentación. Le dijimos que siempre come poco y que cuando se lo reprochamos nos dice: -Pues comiendo así, mira donde he llegado. ¡A ver si me alcanzas!... Por la tarde después de comer, descansan un poco y dan una cabezadita, pero a esas horas ya se impacienta algo y quiere marcharse. Tiene algún rato que se pone un poco ñoña, como si reclamara atención.


     Le dijimos que se quejaba mucho de las piernas, que estaba muy cansada. Nos buscó al fisioterapeuta, que es el que hace la gimnasia con ellos. También un chico muy majo. Nos dijo que los ejercicios que hacían eran muy suaves y apropiados a su edad, que quizá es que últimamente estuviera haciendo una vida demasiado sedentaria y por eso lo habría notado, pero que en un par de meses seguramente estaría mas adaptada, aunque tenía noventa y cinco años y era lógico, con gimnasia o sin ella, que las piernas estuvieran cansadas.

     De todas formas creo que el objetivo de la reunión con la psicóloga era saber como afectaba a la familia en el día a día la convivencia con una persona con deterioro cognitivo y darnos algunos consejos para ayudarla  y llevarla mejor. 

     A la vuelta del centro, Habíamos pedido cita en su médico de cabecera con el fin de comentarle también lo del cansancio de las piernas y mostrarle la receta del neurólogo por si el jarabe que estaba tomando podía afectarle de alguna manera. Nos tranquilizó diciéndonos que en absoluto, que la cantidad que tomaba era mínima, casi nada, y que podíamos darle algún  calmante del que ella puede tomar, de vez en cuando. Y que comprendiéramos que con la edad que tenía...

     El viernes se la llevó Rosamari a casa a pasar el fin de semana. Anduvo el camino despacito y arrastrando los pies, pero bien. Sin embargo la noche la pasó muy inquieta, despertando continuamente y con intención de vestirse y levantarse. Luego durante el día estuvo tranquila mas o menos y la noche del sábado durmió bien. 

     Esta mañana, dice Mª Jesús, que ha sido uno de los días mas difíciles. No quería ir al centro, quería llamar a Aurelio para que la viniera a buscar e incluso ha gimoteado un poco, pero cuando se ha ido acercando la hora en que la recogen le ha pedido la chaqueta y ha dicho: -Vámonos para abajo, que no me tengan que esperar-...

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Pensamiento:

"Envejecer no es tan malo cuando se piensa en la alternativa"  Maurice Chevalier.

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