CASI TODO SOBRE MI MADRE IX

     Ayer celebramos el cumpleaños de Alberto. Estuvimos: Pepín y yo; Leticia y Javi; Cristina, Ángel y las niñas; Ana y Alberto; y mamá. Vinieron todos a comer y lo pasamos muy bien.  Después de comer y soplar las velas llegó la hora de los regalos y las niñas se divirtieron mucho. He aquí una  foto del acontecimiento.

     A las cinco y media o así empezaron a irse todos, uno tras otro.
     Cuando nos quedamos solos los tres (mamá, Pepín y yo) ya empezó a desanimarse y a decir que cuándo se iba a marchar ella. Luego dijeron en la tele que habían bajado las temperaturas. Se arropó con una manta y dijo que ella así arropada no tenía frío. Le dije:

- Mamá que el frío lo hace en la calle.

 La calefacción estaba a tope.

      - Te va a romper el sarampión.

 Insistió en quedarse la manta y así estuvo toda la tarde.

 Al cabo de un rato:

      - Me voy a quedar a dormir en la butaca.

- ¿Y eso?

- Porque voy a estar toda la noche pensando en qué voy a hacer mañana.

- (¿?).

     Después no quería cenar. Opté por pasar de todos los comentarios y la dejé a su aire. Al final tomó leche y una perrunilla que había traído tía Fe . Se acostó hacia las once. Cuando vino Leticia le preguntó que a que hora se iba a trabajar

- A las siete menos diez.

- ¿Y yo no me puedo ir contigo?

      Menos mal que Leticia tiene mucha paciencia y se ríe con ella.

- Pero, abuela. no te puedes venir conmigo a trabajar.

- No, si es para que me dejes en el metro y yo me voy a mi casa.

    ¡Ay Señor!   qué paciencia.

     Luego se animó porque le llamaron por teléfono,  primero Mª Jesús y después Aurelio y Rosa M. 

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Sentencia:

Si te sientes solo es porque construiste muros en vez de puentes. 
(Anónimo)