Desde la plaza y haciendo unos cuantos quiebros,
ibas subiendo en suave pendiente hasta llegar a una fuente y ya en linea recta llegabas a un altillo, donde tras un par de peldaños, en una pequeña meseta, estaba la casa. A la izquierda y
en ángulo había otra casa y entre las dos una pequeña calleja. Delante de la
casa, a la derecha dos enormes árboles. En la fachada: la puerta en el centro y
dos ventanales, uno a cada lado.
Esta es la fachada de nuestra casa, bastantes años despues, con la calleja. |
La calleja de la izquierda desembocaba frente a una gran casa señorial donde debía vivir gente "principal". Creo recordar que eran dueños de comercios en Bejar Era una casa con muchas ventanas y un mirador en la parte alta y ¡tenía acera!. Allí jugábamos algunas veces, Recuerdo que en una ocasión uno de mis hermanos le dio la voltereta a otro (sí, esa que te doblas haciendo pasar los brazos por debajo de las piernas y otro te agarra de cierta forma, y con cuidado, y te hace dar la vuelta y caer de pié) bueno, pues no cayó de pié. ¡La que se armó!...
Por el lateral derecho, se llegaba a La Jarilla. |
Por el lateral derecho de la casa, donde estaba la ventana de la cocina y una puerta trasera, seguía la suave pendiente hasta desembocar en un campo que llamaban "La Jarilla" y allí, un poco apartado, hacia la derecha, ¡¡el cementerio!!. También recuerdo que hubo una buena movida porque algún chico dijo que había visto por la valla el espíritu de un vecino recién fallecido. No sé como fue la cosa porque yo era muy pequeña y lo único que recuerdo es que papá hablaba excitado con mis hermanos y yo tenía mucho miedo.
Por la puerta trasera de la casa se pasaba a unas cuadras y pocilgas, aunque tampoco nosotros teníamos animales. Papá nos construía, mulos o borricos con tapones de corcho y palillos.
Continuara...
Cita:
Continuara...
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"La felicidad no es un destino, es la actitud con la que se viaja por la
vida".
Autor desconocido (por mí)