Espero que poquito a poco empecemos a salir de esta espiral de celebraciones y nos vayamos normalizando porque llevamos un par de semanas un poco ajetreadas.
Ayer estuvimos viendo la cabalgata de Reyes por televisión, porque aunque la que hacen en el barrio pasaba por aquí abajo, preferimos quedarnos en casa. Nos asomamos a la ventana de la escalera y había tanta gente... Ademas hacía frío y mamá no está para permanecer mucho rato a pié firme. Vinieron las niñas a decirnos hola y se fueron a ver a los Reyes.
Hoy empezamos el día reuniéndonos en el salón para abrir los regalos. A las nueve y media o así, vino Alberto a desayunar con nosotros y a tomar el roscón. Después él y Pepín se fueron con los perros y mamá estuvo viendo la Misa en la tele, aunque por una cosa o por otra, que ahora no recuerdo, se levantó varias veces, como si hoy tuviera poco interés en la Misa.
A última hora de la mañana, cuando ya habían vuelto con los perros, vinieron Cristina, Angel y las niñas a traer y llevarse los reyes. También vinieron Leticia y Pepi cargados de paquetes y se montó un cirio en el salón, con las niñas, los paquetes y los perros, que era una fiesta y un jolgorio. Asi que cuando se fué todo el mundo nos quedamos como desinflados. Comimos los tres, Pepín, mamá y yo, tomamos café y nos fuimos quedando fritos en el sofá, poco a poco.
¡Ah! Sigo leyendo el libro de Esperanza, aunque despacio y un poco a trompicones. A ver si ahora lo puedo coger un poco de tirón.
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"¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo"
S. Mateo. cap. 2
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