2 de febrero de 2013

CRONICAS SOBRE PAPÁ, V

      Las fotos de la fachada, de mi publicación anterior, las hizo Manolo muchos años después, en un viaje que hizo para visitar su lugar de nacimiento. Evidentemente en aquel entonces no se veían fotos en color.
     Viene a colación, que hace poco, vino mi nieta de siete años, del colegio diciendo que les habían hablado de las pizarras y le conté que cuando yo era pequeña las había utilizado en vez de cuadernos y en vez de lapicero utilizábamos un pequeño cilindro, tambien de pizarra, que se llamaba "pizarrín".  Mi nieta me miró sorprendida o interesada, y como quien no quiere la cosa me dijo:

- Cuando abuela... ¿Cuando todo era en blanco y negro?...
¡Dios mío!,  pensé, ¿¡que les cuentan a estos niños!?...

     No obstante, la casa de la foto es tal y como la recuerdo a excepción de la puerta, que no estaba cubierta de chapa.

     Durante nuestra estancia en este pueblo, la familia aumentó en dos personitas: Ángel y Manolo.

En esta foto se sumó Angelito.
Haciendo cuentas yo tendría 

 entre cuatro y cinco años. 
    Por aquellos años, los partos se atendían en casa, pero yo no me acuerdo de ninguno de ellos. Mis hermanos aparecieron como por ensalmo, aunque sí recuerdo un detalle, creo que de cuando nació Manolo (Manolito). No sé si yo me extrañé del ombligo o pregunté directamente, pero papá me dijo que la herida que tenía en la tripita se la había hecho con un clavo del cajón donde había venido.  
    Así que, ya lo sabes Manolo ¡Viniste en un cajón!.

Y aquí ya está Manolito,
que nació año y medio mas tarde.
     La familia debía estar bastante integrada en el pueblo pues de hecho, los padrinos de los dos chicos fueron gente de allí; el de Ángel: el sastre; el de Manolo: el carpintero. A Ángel no le faltaron nunca pantalones nuevos. Recuerdo el taller de Manuel, el sastre, en dos lugares diferentes. En la casa de su padre, cerquita de la fuente, uno de ellos. El otro en la planta de arriba de la casa que hacía ángulo con la nuestra y donde un año celebramos la noche de fin de año, aunque allí la llamaban la noche de San Silvestre... ¿Cómo he podido acordarme de esto?...
                                                                          
                                                                                                    Continuará...

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Cita:
"Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen"                                                              
                                                                                         Víctor Montenegro
     

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